martes, 30 de junio de 2009

Man nehme... o cómo preparar una paella

Cómo nos vemos, cómo nos ven los demás y cómo creemos que nos ven los demás. O cosas que nunca cambiarán.

Una joya musical y gastronómica. Los que sepáis alemán vais a disfrutar como indios con la letra de la canción.


Interpretada por el suizo Vico Torriani, cantante, actor y autor de libros de cocina.

viernes, 26 de junio de 2009

Se me pasó el arroz

Bueno, más que el arroz lo que se me ha pasado ha sido la convocatoria del HEMC para este mes, propuesta por Kako de En Guete, que encima tenía como tema la cocina de Oriente Medio y Magreb. En casa de herrero, cuchillo de palo. Acabo de volver de los Mares del Norte (asunto con el que seguro os daré el cante pronto) y antes de irme había preparado una recetilla para la propuesta de Kako pero ahí se quedo, en el tintero teclado. En fin, ya se sabe, más vale tarde que nunca.

Una de las formas más populares de preparar el pescado en las regiones costeras de Siria o del Líbano es asado al horno con una salsa a base de tahina. Para los que no la conozcan, la tahina es una de las salsas básicas de la gastronomía de Oriente Medio, hecha de semillas de sésamo y uno de los ingredientes indispensables para la elaboración del conocido hummus o del mutabbal. Para este plato puede utilizarse cualquier pescado que vaya bien al horno y servirse en caliente, acompañado de un arroz blanco*, o en frío, con una ensalada.

Fish with tahine

Ingredientes
pescado para cocinar al horno, entero o en filetes, puede ser bacalao fresco o cualquier pescado que os guste y que se haga bien al horno
2 limones
1 cebolla mediana picada
salsa tahina
aceite de oliva
sal, pimienta, comino
piñones y perejil para decorar

Elaboración
Precalentamos el horno a unos 180-200ºC. Rehogamos la cebolla en una sartén a fuego medio hasta que esté transparente. Limpiamos el pescado y salpimentamos a gusto. En una fuente para horno colocamos unas rodajas de limón sobre las que pondremos el pescado.

Para la salsa ponemos unas cucharadas de tahina en una taza y vamos añadiendo lentamente agua y zumo de limón. Al principio los ingredientes reaccionan y la salsa endurece (ni idea de por qué), pero mientras vamos echando más agua y zumo vuelve a hacerse líquida, la salsa final debe ser líquida. Añadimos un poco de comino y la cebolla rehogada, mezclamos bien y cubrimos con esta salsa el pescado que ya está listo para el horno.

Dependiendo del tamaño del pescado se hará más o menos rápido, para filetes de pescado y con el horno bien caliente normalmente son suficientes 10-15 minutos. Durante este tiempo podemos tostar los piñones en la sartén con los que adornaremos el plato junto con un poco de perejil.

Fish with tahine

* Una forma de "adornar" el arroz blanco es tostando unos fideos hasta que tomen un color oscuro y cociéndolos después con el arroz. El arroz de la foto no es sin gluten. Para adaptarlo a una dieta sin gluten, simplemente eliminar los fideos.

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sábado, 6 de junio de 2009

Ful for love - Habas chaladas de amor

Hace tiempo di con este librillo cuyo título me atrajo inmediatamente, The Language of Baklava, y que como prometía me ha dejado un dulce sabor de boca. Se trata de las memorias de Diana Abu-Jaber quien, al tiempo que va relatando muchos recuerdos de su vida, intenta trazar un retrato de su padre, un jordano obsesionado por la comida, culturalmente desplazado y que, al igual que otros muchos emigrantes antes que él, cocinaba para recordar el lugar del que procedía y para transmitir esa conexión a sus hijas. Es la historia interminable del emigrante que, en palabras de la autora, "es una especie de fantasía porque se tiene la oportunidad de poder volver a hacerse uno mismo como persona pero, al mismo tiempo, es también una pesadilla porque se pierde tanto".

En el libro se alternan las historias de las épicas comidas familiares con los pintorescos hermanos de su padre, los festines en tiendas beduinas en medio del desierto jordano y la búsqueda interior de la autora por encontrar un lugar en la sociedad norteamericana en la que vive. Todas las comidas son evocadas con humor y acompañadas además de muchas recetas.

Como aperitivo, uno de mis pasajes preferidos en el libro, parte de una conversación con su tía jordana, quien le enseñó que es posible ver la vida desde una perspectiva diferente:
“Marry, don’t marry”, Auntie Aya says as we unfold layers of dough to make an apple strudel. “Just don’t have your babies unless it’s absolutely necessary.”
“How do I know if it’s necessary?”
She stops and stares ahead, her hands gloved in the flour. “Ask yourself, Do I want a baby or do I want to make a cake? The answer will come to you like bells ringing.” She flickers her fingers in the air by her ear. “For me, almost always, the answer was cake.”
Una de las recetas del libro es el ful, plato a base de habas, otro de esos desayunos contundentes de Oriente Medio y uno de los platos básicos en la dieta de Egipto.

فول

Ingredientes

1 bote de alubias (tipo pinta) de lata
2 dientes de ajo
aceite de oliva
sal y pimienta
zumo de un limón
1 cebolla pequeña picada
1 cucharada de perejil picado
1 tomate mediano picado

Elaboración

Lavamos y secamos las alubias. Ponemos un poco de aceite en una sartén y rehogamos las alubias y el ajo durante 10 minutos. Salpimentamos. Retiramos del fuego, añadimos el zumo de limón, un chorro de aceite y aplastamos ligeramente con un tenedor.
Emplatamos y servimos con la cebolla, el tomate y un poco de perejil.

La forma más rica de comer el ful es directamente con pan de pita árabe.

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lunes, 1 de junio de 2009

Carnaval de los sabores

Este fin de semana largo, con lunes de fiesta por Pentecostés estuvimos, otro año más, de carnaval. Para mí es una fiesta especial, y no solo porqué lleva tantos años como yo en la ciudad sino porque representa muchas de las cosas que intento transmitir y dar a conocer a través de este blog. El Carnaval de las Culturas nació como expresión de la diversidad cultural de la ciudad, no solo étnica sino también artística. Es un carnaval casero, con comparsas de muchas asociaciones de emigrantes, así como asociaciones culturales y artísticas.

Cada año con más participantes, más visitantes y más cosas ricas que probar, este año nos saltamos el desfile para dedicarnos directamente, en cuerpo y alma, a explorar la diversidad de la oferta gastronómica en torno a los cinco escenarios fijos.

Nuestra ruta nos llevó a Rusia, pelmeni y piroshki (la empanadilla rusa) para abrir el apetito.

Pelmeni

Russian Piroshky

Que acompañamos con kvas, una bebida ligeramente gaseosa hecha por fermentación de centeno o pan de centeno y frutas con un sabor malteado que recuerda a la cerveza de malta alemana. El kvas tiene una graduación alcohólica muy baja, por lo que se considera una bebida sin alcohol.

Kvass

Luego pasamos por Hungría para probar un langos, una torta de pan frito con "cosas" por encima.

Langos

Y acabamos en el continente africano donde nos tomamos una tapa de plátano frito con salsa de cacahuete (una bomba energética con un sabor redondísimo).

Plantain with peanut sauce

Por último, un plato con el sabor cálido y acastañado del ñame en un guiso de espinacas. Hasta el año que viene intentaremos profundizar en estos sabores y hacer experimentos propios.

Spinach with yam