sábado, 29 de octubre de 2011

La llegada: un día redondo

Querida familia y amigos:
Llevo ya casi dos semanas en el culo del mundo Australia.

Australia

Me ha costado un poco centrarme, supongo que será la resaca de los dos meses en Canadá, pero poco a poco le voy cogiendo el ritmo. Más que el cambio horario, que apenas noté, el desajuste fue salir del avión como una gallina mareada después de 24 horas de vuelos y aterrizar directamente en la calurosa primavera australiana después de haber dejado atrás el fresco otoño canadiense. Nada más salir mis anfitriones australianos me estaban esperando para llevarme unos días con ellos. Del aeropuerto fuimos directamente al mercado de pescado de Sídney.

Fish Market
Fish Fish Fish

Una locura. Compramos langostinos cocidos, pan y salsa y nos fuimos a comerlos a uno de los miles de maravillosos parques que bordean las miles de maravillosas bahías de Sídney.

Fence
Bocata de gambas

Al acabar el día fui agasajada con una pavlova casera con bien de pulpa de maracuyá fresca. La pavlova es el postre australiano por excelencia (aunque parece que no acaban de ponerse de acuerdo con los neozelandeses sobre quién la inventó). La primera vez que oí hablar de este postre fue hace dos años, en la entrada que presentó Nuria para el primer Calendario de Adviento, así que ahí tenéis una receta. Está para chuparse los dedos.

Pavlova

Un día redondo. Un poco desorientada pero con la barriga llena, que es lo que importa ;-)
Seguiremos informando desde Sídney, donde estaré hasta mediados de noviembre. Si os apetece ver más fotos, pasaros por el álbum australiano que intento ir actualizando día sí, día no. ¡Un abrazo!

sábado, 15 de octubre de 2011

El día que no existí

Si la programación de la entrada ha funcionado correctamente, hoy deberíamos estar a 15 de octubre de 2011. Pues bien, este día para mí no va a existir. Salí de Vancouver ayer, 14 de octubre, al mediodía, y llegaré mañana, 16 de octubre, después de 26 horas de viaje (y eso sumando vuelos y horas de transbordo). ¿Adónde se fue el 15 de octubre?
Según parece esto es normal para ciertos trayectos. Al cruzar el Pacífico en dirección Oeste se cruza la línea internacional del cambio de fecha.

Preparando el viaje leí a alguien que bromeaba sobre la posibilidad de que las compañías aéreas incluyeran en sus billetes la anotación: "Se advierte a los pasajeros de que en algunos trayectos puede producirse una pérdida de existencia de 24 horas". Yo me niego a no existir, así que he pensado en una forma de evitarlo y es dejar constancia de mi existencia en este blog. Y ya que hablamos de existencia, hablemos de comida. Concretamente dos que han pasado a la lista de comidas memorables en Vancouver.

La primera, una hamburguesa 777 en un diner clásico, The Templeton.

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Markierte Fotos24

Y la segunda, un perrito caliente "a la japonesa" en Japa Dog, uno de los puestos callejeros más visitados de la ciudad.

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Por cierto, parece que Vancouver se ha especializado en puestos de comida en la calle, a cada cual más variado y diferente, si os interesa, echadle un vistazo al mapa con las localizaciones y los tipos. Por mi parte, prometo volver a existir y mandaros más postales desde el nuevo destino. Un abrazo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Postal a casa

Querida familia y amigos:
Llegué hace una semana a Vancouver y se me hace que llevo un mes. No es que el tiempo se me esté haciendo largo, no, que va, es que me siento como en casa. Creo que en esto de llegar de nueva a una ciudad y empezar a orientarse se puede llegar a coger práctica. El caso es que creo que cada vez me instalo más rápido. Aunque sospecho que en Vancouver hay otra razón por la que al llegar me he sentido como en casa, y es que cuando hoy digo "en casa" me estoy refiriendo a Santander, mi ciudad natal. Vaya comparación, diréis, pero mirad, guardando las distancias, las dos ciudades tienen muchas cosas en común: las dos son ciudades costeras a orillas de un mar con carácter, las dos tienen una bahía espectacular, un clima muy, pero que muy similar, y unas grandiosas montañas de fondo.

Vancouver Skyline
Salish Sea

Como ya os conté en la última postal desde Montreal, el primer día en Vancouver tenía además una cita especial. Afortunadas casualidades del destino hicieron que mi llegada a Vancouver coincidiera con la de Ajonjoli y D., del blog La flor del calabacín. ¡Quién iba a decirnos cuando empezamos con los blogs, allá por la misma época, que un día íbamos a conocernos al otro lado del planeta! Fue muy divertido encontrarnos en el mercado de Granville Island para comer (cómo no) y patearnos juntos después la ciudad durante todo el fin de semana.

Después, el lunes, me volví a quedar medio huérfana (estos intensos encuentros durante este viaje van a acabar con mi salud emocional, a eso parece que no acabo de acostumbrarme ;-), pero tocaba ir probando algunas cosas de la lista que traía preparada, así que ¡al trabajo! A ver si antes de seguir el viaje me da tiempo a poner alguna otra cosa rica más. Vancouver está lleno de ellas. Un abrazo desde la Costa Oeste.

Fish & Chips
Go Fish

Fish & Chips en Go Fish cerca de la entrada de Granville Island, justo al lado, según reza la placa, de donde partió la primera acción de Greenpeace.

Greenpeace