Creo que cuando se vive en un país que no es el propio, establecer amistad con personas del mismo país de origen que uno es mucho más fácil que hacerlo si estuviéramos en ese país de origen. La condición de foráneos es un fuerte vínculo que une. Las primeras experiencias e impresiones suelen ser similares y reconforta contar con alguien en quien apoyarse cuando la desorientación nos desborda. Estoy además convencida de que se le da menos relevancia a las pequeñas diferencias personales y surgen relaciones que en otro contexto quizás (sólo quizás) no hubieran funcionado.
Si el tiempo decide que nuestra estancia, en un principio pasajera, va a dejar de serlo, que el país extranjero se va a ir convirtiendo en nuestro hogar, y el tiempo pasa, entonces puede suceder que vayamos perdiendo muchas de esas amistades cuando el destino decide llevarlas a otro lugar. Y cada partida hace que una se sienta un poco huérfana en el extraño país (que en realidad ha dejado hace tiempo de ser extraño).
A mi amiga Noemi el amor la trajo un día a Berlín, aunque fuera por entonces en forma de desamor, y es ahora el amor de verdad, a la inversa, quien vuelve a llevársela y, aunque estoy contenta por ella, vuelvo a quedarme otra vez un poco huérfana.
El sábado nos invitó a un picnic de despedida y nos pidió que lleváramos la parte dulce. Así que ésta es la excusa para poner la siguiente receta.
Si el tiempo decide que nuestra estancia, en un principio pasajera, va a dejar de serlo, que el país extranjero se va a ir convirtiendo en nuestro hogar, y el tiempo pasa, entonces puede suceder que vayamos perdiendo muchas de esas amistades cuando el destino decide llevarlas a otro lugar. Y cada partida hace que una se sienta un poco huérfana en el extraño país (que en realidad ha dejado hace tiempo de ser extraño).
A mi amiga Noemi el amor la trajo un día a Berlín, aunque fuera por entonces en forma de desamor, y es ahora el amor de verdad, a la inversa, quien vuelve a llevársela y, aunque estoy contenta por ella, vuelvo a quedarme otra vez un poco huérfana.
El sábado nos invitó a un picnic de despedida y nos pidió que lleváramos la parte dulce. Así que ésta es la excusa para poner la siguiente receta.
Muffins de arroz y grosellas rojas
Receta que he sacado de aquí.
Ingredientes (para unos 12 muffins)
1 tallo de hierba limón - 1 vaina de vainilla - 120 g mantequilla - 120 g azúcar glasé - 120 g almendras molidas - 100 g harina de arroz* - 1/2 cucharilla de levadura - una pizca de sal - 4 claras de huevo - 1 cucharada de semillas de amapola - 80 g grosellas rojas
* Según la receta original también puede utilizarse harina de trigo (aunque dejaría de ser sin gluten).
Preparación
Precalentar el horno a 180º C. Derretir la mantequilla. En un recipiente, tamizar la harina de arroz, las almendras molidas y el azúcar glasé con una pizca de sal y la levadura. Hacer un corte longitudinal a la vainilla y sacar el extracto que añadiremos a la mezcla anterior. Hacer un hoyo en el centro y poner las claras de huevo ligeramente batidas. Mezclar bien. Finalmente añadir las semillas de amapola y las grosellas y distribuir la mezcla en los moldes. Hornear unos 30 minutos, sacar, dejar enfriar un momento y desmoldar.
Me encantó la receta. Nunca he utilizado la harina de arroz y siempre me gusta probar cosas nuevas, además lleva johanisbeere y me encanta. En Chile se les llama parritas.
ResponderEliminarBueno, espero que me resulte, pero la hierba de limón si que no sé si la encontraré. Ya te cuento.
Besos
Caray, es muy original con harina de arroz y lemon-grass,combinaciones arriesgadas.Promete, me gustaria que ya estuviera hecha para probarla.
ResponderEliminarUn saludo.
Querida Noema:
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la riquísima receta de los muffins, que Matthias no se cansa de elogiar, y por tu afectuoso texto.
Es cierto que en el extranjero el contacto con tus compatriotas pueden ser a menudo como un oasis en medio del desierto. O, por utilizar lenguaje culinario, una pizca de sal en una sopa sosa. ;-)
Independientemente de nuestra nacionalidad, yo tengo la absoluta certeza de haber elegido muy libre y activamente tu presencia en mi vida berlinesa, a diferencia de algunos -compatriotas o no- a los que he evitado muy activamente también. Vaya, que tú eres un ingrediente que me alimenta y da sabor a mi vida, mientras que de otros prefiero ponerme a dieta.
;-DD
Me alegra y me honra haber tenido el placer de entrar en tu esfera privada y poder apreciar tus cualidades como excelente persona y como excelente cocinera.
¡Yo también te echaré de menos!
¡¡Y enhorabuena por esta página tan interesante y apetitosa!!
Un abrazo, Noemi
Noema cuanta razón llevas en tus palabras y que "duro" es ver partir a un amigo.
ResponderEliminarLos muffins deliciosos, la variante del arroz me ha gustado mucho.
Un beso.
Completamente de acuerdo, el hecho de tener un origen común me ha hecho acercarme a algunas personas que quizá no hubiera conocido en otras circunstancias, pero te aseguro que después he sido yo la que he decidido si quería seguir en esa relación o no.
ResponderEliminarCreo que tiene que haber una chispa especial para que una amistad funcione. Esa cosa que te hace pensar "jo, qué tarde es ya" pero que te hace seguir ahí sentada charlando y arreglando el mundo ;)
Te envío un abracito de marmota a ver si puedo ayudar con ese sentimiento de orfandad...
De nuevo me has quitado las palabras de la boca... o del teclado ;-). Personalmente, y por un miedo tonto que le tengo al fenómeno de "ghettoización", he intentado hacer amistades sin centrarme mucho sobre el país de origen (sobre todo porque los españoles aquí... son escasísimos), pero sí que me pasó lo de terminar siendo amiga de una chica española con la que, aparentemente, sólo tenía en común el pasaporte. En aquella época me maravillaba de que, si hubiera encontrado a esa persona en España, a lo mejor nunca le hubiera dado una oportunidad a la amistad. Esta amiga se fue, como se han ido tantas otras/os, es lo que tienen las grandes ciudades llenas de inmigración, la gente va y viene. Y es verdad que me sentí un poco huérfana cada vez que un amigo se iba. Jo, qué "gemelitud", la nuestra... ;-)
ResponderEliminarMe ha encantado la receta y la bonita amistad. Cuando un amigo se va lejos es cierto que se tiene ese sentimiento......creo que orfandad lo define muy bien. Animo y muchos besos!!!!!
ResponderEliminarRecuerdo aquellas últimas horas en Berlín. Tras terminar de recoger los últimos bártulos de mi estudio en Kreuzberg, mi dirigí a tu apartamento de Schöneberg donde pasé la última noche. ¿Recuerdas cuando decidiste que diéramos un paseo con tu coche a modo de última despedida de la ciudad, y recorrimos juntos los lugares más emblemáticos de la misma?. Yo me fui al día siguiente y tú te quedaste y en ocasiones pienso que cada día que pasa echo más de menos "los ingredientes" tan apetitosos que adornaban aquellos días. Supongo que el que abandona, también tiene una singular historia que relatar.
ResponderEliminarUn beso guapa.
*a
Hola Noema, parece que estas de vuelta en Berin. espero que hayas tenido unas buenas vacaciones y que el tiempo en Berlin so sea tan Schei...e como en Colonia.
ResponderEliminarwäre das hier nicht was für Dich?
http://kochtopf.twoday.net/
Le va a la filosofia de tus platos que ni pintado.
Besazo
Belén
Ay, queridos lectores, que últimamente no tengo tiempo para contestaros como os merecéis...
ResponderEliminar...gracias kako, también ha sido la primera vez que he utilizado la harina de arroz y ahora, que tengo más de un kilo de sobra, me parece que me voy a hartar de ella. Me gusta el nombre de parritas para las Johannisbeeren.
cris, pues prueba, quedan esponjosas y bastante más húmedas que con harina de trigo, pero en sabor muy ricas. A mí me sorprendieron.
noemi, bueno, qué te voy a decir que no te haya dicho ya! Un beso.
trotamundos, el tiempo lo cura todo y aunque lejos, ya sabemos que no significa perderlos, no?
marona, está claro, sin chispa poco hay que hacer. ¡Qué bonito eso que has dicho del tiempo y las conversaciones con amigos!
arantza, al principio a mí me pasaba también eso del "miedo a la ghettoización" que puede llegar a obsesionar, lo conozco, pero con el tiempo he aprendido a relajarme y a conocer a las personas según llegan, y si hay chispa, como dice marona, a por ello, si no, a dejar pasar, eso sí, sin dedicar ni un minuto a pensar en orígenes! (uy, qué rollo te he metido)
gracias salvia por los ánimos, por suerte y gracias a este blog estoy conociendo a tanta gente interesante!!!
Mi querido A., recuerdo el paseo y recuerdo también lo huérfana que me quedé por entonces, pero como demuestra el tiempo, la amistad puede llegar a hacerse más fuerte con la distancia. Un beso.
Hola Belén, aquí estoy de nuevo, muchas gracias por el enlace y por acordarte de mí. Lo había conocido hace tiempo a través del HEMC, creo que ella lo creó, si te interesa, échale un vistazo al enlace, encontrarás muchos otros interesantes. Und übrigens... das Wetter ist gar nicht so schlecht hier... ;-D