martes, 21 de octubre de 2008

Tarta del bien y del mal

Ahora que estamos de vacaciones, ayer empezaron en Berlín las Herbstferien -vacaciones escolares de otoño- hay tiempo para encender el horno y dedicarlo a la elaboración de trabajosos postres. Ha habido dos hechos que han confluido en la elaboración de esta tarta: primero, esta Tarta del pecado original, que incumpliendo el décimo mandamiento codicié desde el primer momento, y segundo, la enorme cesta de manzanas recién cosechadas que nos ha llegado desde la Alta Lusacia.

Quince & Apples
Una pena que ese hermoso membrillo saliera malo al abrirlo

Ingredientes
Para la masa quebrada: 200 g de harina - 100 g de mantequilla - 50 g de azúcar glasé - 1 huevo - una pizca de sal
Para el relleno: 4 ó 5 manzanas medianas - 1 puñado de frutos secos (pasas, piñones, arándanos) - canela - azúcar moreno

Apple Pie

Elaboración
Para la masa, tamizar la harina con el azúcar glasé. Poner en un cuenco y añadir la mantequilla, que habremos dejado a temperatura ambiente durante un par de horas fuera de la nevera para que esté blanda. Mezclar con los dedos sin amasar mucho y añadir la sal y el huevo. Unir bien todos los ingredientes. Hacer una bola, cubrirla con film transparente y dejar reposar en la nevera durante 1 hora.

Mientras tanto pelar y cortar las manzanas en rodajas finas. Poner en un cuenco y añadir las frutas secas, el azúcar y la canela. Darle un par de vueltas para mezclar con las manzanas y dejar reposar para que los aromas se impregnen bien. Yo añadí también un chorro de sirope de arce.

Cuando la masa esté lista dividir en dos partes (una un poco mayor que la otra, gracias Arantza ;-). Tomamos la parte más grande y la estiramos cuidadosamente con el rodillo. Yo la estiro sobre un trozo de film transparente o papel de hornear para poder después levantarla fácilmente, doblarla y colocarla sobre el molde. Al estirar la masa de la base debemos calcular unos centímetros para hacer también un borde. Introducir la base, ya en el molde, en la nevera. Para la cubierta estirar de igual forma la parte restante de la masa y cortar con los moldes elegidos. Poner las formas hechas sobre una bandeja también en la nevera para evitar que se deformen con el calor.

Apple Pie

Precalentar el horno a 230 ºC. Sacar la base de la tarta de la nevera y repartir uniformemente la mezcla de las manzanas, que habrán soltado algo de jugo, sobre la base de la tarta. Para acabar de montar la tarta hacemos una cubierta con las figuras que hemos preparado antes y la pintamos con yema de huevo. Introducir en la parte baja del horno precalentado a unos 230 ºC. Transcurridos 10 minutos reducir la temperatura a 180 ºC y hornear unos 70 minutos más. Si la superficie se dora demasiado rápido, puede cubrirse la tarta con papel de aluminio que volveremos a quitar antes de sacar para que la superficie acabe de dorarse.

Receta para imprimir

Apple Pie

El pecado de la tarta codiciada me ha hecho pensar en una película que vi hace tiempo: Las manzanas de Adán (Adams æbler, 2005) del danés Anders Thomas Jensen. En esta historia, un párroco protestante de una pequeña iglesia de la provincia danesa tiene a su tutela a un pintoresco grupo de personajes que intenta reintegrar en la sociedad volcando para ello su infinito amor al prójimo. Entre los personajes, un violador cleptómano y alcohólico, un atracador de gasolineras árabe y el último recién llegado, Adán, un violento neonazi. Como parte del proceso de reintegración, Adán debe cumplir una tarea y decide hacer una tarta de manzana con los frutos del manzano del jardín. La tarea resulta más complicada de lo que en un principio parecía y Adán y su tutor se verán enfrentados a una gran prueba.

La película tiene innumerables alusiones bíblicas, reflexiones sobre el bien y el mal y sobre la fe. Personalmente, es una película excelente con un tema complicado de tratar que es resuelto con gran humor, eso sí (¡y advierto!) humor negro al estilo danés, política (y totalmente) incorrecto y lo mejor, sin pretensiones evangelizadoras.

Ver tráiler

miércoles, 15 de octubre de 2008

Liebe geht durch den Magen...

... o el amor entra por el estómago, dice un dicho popular en alemán.

Así que aquí va un poco de amor (que me he permitido tomar de aquí), aliñado con cariño traído desde aquí. ¡Uy, qué romántica estoy hoy!

Gratinado de calabacín, boniatos y peras

Gratin

Ingredientes

2 boniatos - 2 calabacines - 2 peras - 200 ml de crema agria (crème fraîche) o nata - 1 diente de ajo - 100 g de queso rallado (yo he mezclado Emmental y feta) - hierbas aromáticas (tomillo, romero) - nuez moscada - sal & pimienta

Preparación

Pelar los boniatos, hervirlos 10 minutos al vapor y dejar que enfríen antes de cortarlos en rodajas. Precalentar el horno a 210°C. En una fuente de horno ligeramente engrasada con mantequilla colocar rodajas de boniato, calabacín y pera, y aliñar con un buen chorro de aceite de oliva. Calentar aparte la crema, sin que llegue a hervir, con el diente de ajo machacado, las hierbas, la nuez moscada y salpimentar. Cubrir la fuente con la crema y espolvorear con el queso rallado. Hornear durante unos 45 minutos o hasta que la superficie esté dorada.

lunes, 13 de octubre de 2008

Hace eso de un año...

Allá a principios del otoño pasado se me ocurrió empezar a escribir un blog. El primer problemilla con el que me topé fue ¿y sobre qué **** escribo yo?... ¡Ah! Podría por fin poner todas mis recetas online, esas que tengo apuntadas en trozos de papel y que acaban perdidas entre libros y estantes. Superada esta insignificante duda sobre el qué escribir me puse manos a la obra. Y llegó el segundo obstáculo: ¿Qué nombre desea ponerle a su blog? ¡Hm! ¿Nombre? Vamos a ver... va de recetas, o sea que algo de cocina, pero queda muy soso... ¿y algo intercultural? Al fin y al cabo es a lo que me dedico y ... todavía mejor, la palabrita está muy de moda y queda la mar de bien. Y así fue como tras profundas divagaciones, este bloguillo comenzó su andanza... que como bien dijo el poeta, camino se hace al andar. Y en el camino he conocido a gente maravillosa, entablado nuevas amistades y aprendido un montón.

Hoy, y para celebrar ese primer aniversario de andanza, hemos hecho limpieza en casa y estrenado nuevas galas. Espero que nos sigamos encontrando por el camino.

¡GRACIAS POR ESTAR AHÍ!

domingo, 5 de octubre de 2008

Sabor de otoño

El otoño trajo consigo la caída de las hojas, las mantas en las terrazas de los cafés, las tartas de cebolla y el federweisser tras la primera vendimia.

Autumn

El federweisser es el mosto de una uva muy dulce que se bebe cuando ha empezado a fermentar y antes de hacerse vino. Como la fermentación está en pleno proceso, el mosto sigue creando dióxido de carbono, por eso la botella no debe estar cerrada herméticamente, ya que explotaría, y el transporte debe realizarse con cuidado y estar siempre en vertical. Es un vino suave, dulzón, refrescante y muy, muy cabezón, que debe consumirse rápido.

En Alemania el otoño no sabe a otoño hasta que llegan el federweisser y los pasteles de cebolla. Creo que me podría alimentar todo el otoño... y parte del invierno a base de estas dos cosas.

Flammkuchen & Federweisser

Tarta de cebolla a la alsaciana (Flammkuchen)
(Ingredientes para tres personas, o dos con buen apetito, salen casi tres bandejas de horno. Al ser la masa muy fina, las porciones parecen más grandes de lo que son.)

500 g de harina - 21 g de levadura fresca - 300 ml de agua - 300 g de panceta - 2 cebollas grandes - dos dientes de ajo - 400 g de crema fresca (crème fraîche) - sal - nuez moscada y pimienta - cebollino o perejil

Elaboración

Diluir la levadura fresca en un poco de agua templada para activarla. Añadir a la harina tamizada la levadura con el resto del agua y un poco de sal, y amasar bien. Dejar reposar en un lugar templado durante al menos 30 minutos hasta que la masa haya doblado su tamaño. Mientras tanto cortar las cebollas en aros y la panceta en tiras finas. Machacar un ajo y mezclarlo con la crema, añadir nuez moscada, pimienta y un poco de cebollino o perejil picado (yo también añadí una cucharada de queso Emmental rallado). Normalmente no hace falta añadir sal a la crema ya que la panceta suele ser muy salada. Cuando la masa esté lista, dividirla en tres partes iguales y extender con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta obtener una base muy fina que colocaremos sobre una bandeja de horno. Extender una capa de la crema agria, y repartir los aros de cebolla y las tiras de panceta por encima. Introducir en el horno precalentado al máximo (el mío 250 ºC) y dejar unos 10 ó 15 minutos controlando que no se queme. Sacar del horno y servir inmediatamente.

Receta para imprimir

viernes, 3 de octubre de 2008

Día de la Unidad Alemana

Hoy se ha celebrado en Alemania el Día de la Unidad Alemana, fiesta nacional y día festivo, que este año conmemora el 18 aniversario de la reunificación de las dos alemanias, tras el contrato de acuerdo firmado el 3 de octubre de 1990, un año después de la Caída del Muro.

Diecinueve años después de la Caída del Muro pocas huellas palpables quedan ya de lo que fueron las dos alemanias. Uno de los productos más conocidos de la antigua Alemania del Este, la figura del hombrecillo representado en los semáforos del Este o Ampelmänchen, que gracias a un gran marketing se ha convertido en elemento de culto y típico souvenir turístico de la ciudad, tampoco es exclusivo ya del Berlín Oriental. Hoy puede encontrarse al simpático hombrecillo en los semáforos para pasos de peatones de toda la ciudad, especialmente desde que el Ayuntamiento decidió hace un par de años ir reemplazando poco a poco todos los semáforos viejos por nuevos y modernos semáforos, eso sí, al estilo del Este. En un primer momento, y con el objetivo casi maniático de unificar estéticamente las dos zonas, el Gobierno Regional de Berlín había querido eliminar todos los hombrecillos del Este. Sin embargo, gracias al levantamiento popular en pro de los hombrecillos de la RDA, que llegó a ser secundado solidariamente hasta por algunas ciudades del Oeste de Alemania, tuvieron que desistir de la idea.

Como ejemplo del significado que estas figurillas tienen en la cultura popular he encontrado hoy un cartel publicitario con el que el periódico sensacionalista de más tirada en Alemania, el Bild-Zeitung, anuncia su edición especial para el Día de la Unidad.

Hasta hace unos años era posible saber si se estaba en lo que había sido el Berlín del Este o del Oeste buscando uno de estos semáforos para peatones. Como ya he contado, hoy ya no es el caso. Sin embargo, sigue habiendo otro elemento del mobiliario urbano originario de la antigua República Democrática Alemana que todavía encontramos en algunas calles, y que nos garantiza que estamos en la zona de lo que fue la RDA. Quedan pocas... y valiosas... y son así. ¿Quizás sea ahora el momento de idear una buena estrategia de marketing?

miércoles, 1 de octubre de 2008

Dos ingredientes

Dos ingredientes nuevos que quería probar después de ver la receta de esta sopa: las semillas de loto y la salsa de pescado. La receta está sacada de este blog (en alemán) en el que encuentro muchas informaciones y usos para los productos típicos de la cocina vietnamita y asiática. Si os interesa la cocina asiática, os recomiendo también el blog de Álex, Cuadernos de Cocina Oriental (en español), un experto en la cocina de esta región.

La salsa de pescado se obtiene fermentando pescado, a veces hasta un año (y así es el olor que desprende), de hecho estuve considerando seriamente si echaba o no la salsa a la sopa después de abrir el bote y acercarlo a la nariz. La salsa de pescado se utiliza como condimento en la mayoría de platos vietnamitas o como salsa dip. El olor, que más que a pescado me recordó a un queso azul tremendamente fuerte, le da sin embargo un sabor agradable que no tiene nada que ver con el olor.

Respecto a las semillas de loto no estoy segura de haberlas preparado bien, me falta la referencia para saber si estaban poco hechas, al dente o pasadas, el caso es que la textura final era similar a la de unos garbanzos al dente, o dicho sin eufemismos, un pelín duros, triscones más bien. El sabor tampoco fue una revelación, aunque sospecho que el problema esté en la cocinera y no en las semillas. Con las semillas habrá que seguir probando. A pesar de todo, la sopa salió muy rica y con un nombre bien bonito:

Reconfortante sopita de pollo y flor de loto

Ingredientes (2 comensales)

una pechuga de pollo - un puñado de semillas de loto secas - una cucharada de salsa de pescado - 1 cebolla mediana - sal, pimienta y hierbas frescas (albahaca tailandesa y perejil)

Preparación

Poner a cocer las semillas de loto, que habremos dejado en remojo la noche anterior, durante 30 minutos. Durante este tiempo cortar las pechugas de pollo en trozos pequeños y poner a marinar con la salsa de pescado, sal y pimienta negra molida. Cuando las semillas de loto estén tiernas, poner a calentar un poco de aceite en una cazuela y freír a fuego fuerte la cebolla picada en trozos grandes y el pollo hasta que esté dorado. Añadir las semillas de loto con el agua de cocción lo justo hasta cubrir los ingredientes. Cocer a fuego lento durante unos 20 minutos. Probar y sazonar si fuera necesario. Servir con las hierbas frescas.