sábado, 12 de abril de 2014

Una de huevos

¿Que qué hacen los alemanes cuando se acerca la Pascua? Pues sacar los huevos. De todos los tonos y colores. En Berlín también se veía, es una costumbre en todo el país, pero aquí en el pueblo no hay jardín que se precie que no esté adornado a estas alturas ya con los huevos de Pascua. Me he dado un paseo por los alrededores para enseñároslo.


Normalmente cuando llega la época de poner los adornos de Pascua, la naturaleza todavía no ha explotado completamente, pero este año como el invierno no ha sido invierno, algunos brotes se han adelantado a la Pascua.



Por esta zona destaca la tradición de los sorbios, o sorabos, de quienes os hablaba en la entrada anterior, por una decoración de los huevos con diferentes técnicas que resultan en un verdadero trabajo de filigrana.



Como la cosa va de huevos, os dejo una receta de unos rellenos. Receta retro viejuna si me preguntáis, pero perfecta para la Pascua. Y ya que estamos, ¿por qué no esconder una sorpresa —una nuez o dátil, sin hueso por favor, no vayáis a desdentar al cuñado— en uno de los huevos y hacer que el que la encuentre, pues no sé, friegue los platos?

Ea! Aquí van unos huevos rellenos con crema de brecamel.


Ingredientes
4 huevos
1 brécol o brócoli
100 g de queso fresco a las finas hierbas, o a las hierbas, punto
1 lata (unos 150 g) de bonito en aceite
2 cucharadas de kétchup
2 cucharadas de mayonesa
5 cucharadas de leche
sal, pimienta y nuez moscada
aceite de oliva
Opcional: media nuez pelada o un dátil sin hueso

Preparación
  • Limpiamos el brócoli y lo cocinamos 15 minutos al vapor. Cuando los tallos estén tiernos (se puede comprobar pinchando con un tenedor), lo sacamos y lo dejamos enfriar.
  • Mientras tanto preparamos el relleno retro-viejuno de bonito de lata con salsa de kétchup y mayonesa. Para ello sacamos el bonito a un bol, desmenuzamos bien y añadimos las exquisitas salsas de kétchup y mayonesa hasta obtener una mezcla a nuestro gusto.
  • Partimos los huevos cocidos por la mitad (a estas alturas no habrá que explicar cómo cocer un huevo, ¿no?) y sacamos las yemas que rallamos finas.
  • Para preparar la crema de brecamel, trituramos el brećol en un robot hasta obtener una pasta, o lo aplastamos con un tenedor, a conciencia, en su defecto. Después incorporamos la crema de queso a las finas hierbas y las cucharadas de leche. Estas un poco a ojo, dependerá de la humedad de la mezcla anterior, del queso utilizado, etc. Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada. Deberá quedarnos una crema tipo besamel.
  • En una fuente extendemos la crema de brecamel y vamos colocando las claras cocidas de huevo rellenas de la mezcla de bonito.
  • Finalmente adornamos con la ralladura de las yemas y podemos un hilo de aceite (o un chorretón, según la maña que nos demos)
Et voilà ! Huevos rellenos para Pascua.

10 comentarios:

  1. Que bonito! Y esos huevos viejunos tienen una pinta deliciosa! Besotes

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  2. Me recuerda a mi infancia! Mis abuelos siempre venían por Semana Santa a Murcia y nos traían un montón de cosas de Pascua desde Suiza, cuando entonces no se veía nada en las tiendas de por aquí. Decorábamos huevos y nos escondían chocolates por el jardín :).
    Qué bonitas imágenes, y esos huevos decorados con filigranas son preciosos.
    La receta viejuna me gusta, y eso que no soy muy aficionada a los platos de huevos rellenos :).

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    1. La receta viejuna salió de la pereza que me da hacer una besamel, por eso :)

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  3. Qué cucada! Me parecen preciosos esos huevos colgados de los árboles con las yemas saliendo de sus ramitas. Monísimos!
    Y la recetita de los huevos rellenos... ea! Riquísimos!

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  4. Me gusta más que se los huevos al aire que las vírgenes y las cruces, més trágico. Lo de la "breacamel", lo tengo que probar, ji,ji. Un beso

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    1. A mí es que la besamel me da mucha pereza. Aunque me guste mucho. La brecamel la he probado también en una lasaña y, oye, la apaña muy bien.

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  5. Me despisto un día y ya tienes una entrada :-) Veo que en la Alta Lusacia no son tan diferentes a Moravia Meridional, aunque no me suena haber visto los huevos colgados de los árboles. Es verdad que esto es una ciudad, no un pueblo; y otras tradiciones (como la de los palos altos con lazos de colores, o en los árboles) las he visto en los pueblos y no en Brno. Los huevos que lucen los escaparates y los puestos del mercado de Semana Santa en Namesti Svobody no son tan elaborados como esos. Son más estándar, pero encantadores al fin y al cabo.
    ¿Cómo llevas el checo/polaco/sorbio? :-)

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    1. Pues ahora te has despistado más, porque ya tengo otra entrada. Esto de ser irregular en las publicaciones es lo que tiene, que una se vuelve impredicible.
      Me temo que la lengua eslava sigue en la lista de "cosas por hacer". Pero llegará el día, eso te lo aseguro.

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