Hoy se ha celebrado en Alemania el Día de la Unidad Alemana, fiesta nacional y día festivo, que este año conmemora el 18 aniversario de la reunificación de las dos alemanias, tras el contrato de acuerdo firmado el 3 de octubre de 1990, un año después de la Caída del Muro.
Diecinueve años después de la Caída del Muro pocas huellas palpables quedan ya de lo que fueron las dos alemanias. Uno de los productos más conocidos de la antigua Alemania del Este, la figura del hombrecillo representado en los semáforos del Este o Ampelmänchen, que gracias a un gran marketing se ha convertido en elemento de culto y típico souvenir turístico de la ciudad, tampoco es exclusivo ya del Berlín Oriental. Hoy puede encontrarse al simpático hombrecillo en los semáforos para pasos de peatones de toda la ciudad, especialmente desde que el Ayuntamiento decidió hace un par de años ir reemplazando poco a poco todos los semáforos viejos por nuevos y modernos semáforos, eso sí, al estilo del Este. En un primer momento, y con el objetivo casi maniático de unificar estéticamente las dos zonas, el Gobierno Regional de Berlín había querido eliminar todos los hombrecillos del Este. Sin embargo, gracias al levantamiento popular en pro de los hombrecillos de la RDA, que llegó a ser secundado solidariamente hasta por algunas ciudades del Oeste de Alemania, tuvieron que desistir de la idea.
Como ejemplo del significado que estas figurillas tienen en la cultura popular he encontrado hoy un cartel publicitario con el que el periódico sensacionalista de más tirada en Alemania, el Bild-Zeitung, anuncia su edición especial para el Día de la Unidad.
Diecinueve años después de la Caída del Muro pocas huellas palpables quedan ya de lo que fueron las dos alemanias. Uno de los productos más conocidos de la antigua Alemania del Este, la figura del hombrecillo representado en los semáforos del Este o Ampelmänchen, que gracias a un gran marketing se ha convertido en elemento de culto y típico souvenir turístico de la ciudad, tampoco es exclusivo ya del Berlín Oriental. Hoy puede encontrarse al simpático hombrecillo en los semáforos para pasos de peatones de toda la ciudad, especialmente desde que el Ayuntamiento decidió hace un par de años ir reemplazando poco a poco todos los semáforos viejos por nuevos y modernos semáforos, eso sí, al estilo del Este. En un primer momento, y con el objetivo casi maniático de unificar estéticamente las dos zonas, el Gobierno Regional de Berlín había querido eliminar todos los hombrecillos del Este. Sin embargo, gracias al levantamiento popular en pro de los hombrecillos de la RDA, que llegó a ser secundado solidariamente hasta por algunas ciudades del Oeste de Alemania, tuvieron que desistir de la idea.
Como ejemplo del significado que estas figurillas tienen en la cultura popular he encontrado hoy un cartel publicitario con el que el periódico sensacionalista de más tirada en Alemania, el Bild-Zeitung, anuncia su edición especial para el Día de la Unidad.
Hasta hace unos años era posible saber si se estaba en lo que había sido el Berlín del Este o del Oeste buscando uno de estos semáforos para peatones. Como ya he contado, hoy ya no es el caso. Sin embargo, sigue habiendo otro elemento del mobiliario urbano originario de la antigua República Democrática Alemana que todavía encontramos en algunas calles, y que nos garantiza que estamos en la zona de lo que fue la RDA. Quedan pocas... y valiosas... y son así. ¿Quizás sea ahora el momento de idear una buena estrategia de marketing?
Hola Noema...
ResponderEliminarcomo ves, me he vuelto asidua - y estaba segura de que escribirías algo sobre el 3 de octubre... ;-)
A tu lista de características para averiguar si está uno en el Este o en el Oeste de la city, yo añadiría los tranvías: En Berlín-Oeste no circulan desde los años 50 o 60, creo. Y en Berlín-Este, a día de hoy sigue habiendo más o menos 400 Km. de líneas de tranvía.
La única excepción en el Oeste que conozco es en la zona de Gesundbrunnen.
Joé, vaya parrafada te acabo de meter... Lo siento, jiji.
Espero que hayáis pasado un buen día de la reunificación. Saludos de Este a Oeste ;-)
Me ha encantado tu historia, lo del semáforo algo sabía, de hecho cuando estuve le hicimos fotos porque era muy curioso, lo de las farolas no me fije!!! Pero la verdad es que depende que edificios de viviendas veías se notaba una u otra alemania, sobretodo cuando iba por el s-bahn!! Lo mismo me equivoco, pero...!!
ResponderEliminarBesitos y sigue contantos este tipo de historias!! Espero que te lo pasaras muy bien!!! Por cierto, vaya tiendecitas de cosas para cocinas y libros que teneis,eh!!!
Hola Natalika, ¡vaya! ya veo que me he vuelto "previsible", jeje. Pues que sepas, que tenía yo miedo de qué contar pensando, uy, como me lea Natalika a ver qué le parece lo que cuento ;-D
ResponderEliminarJo, me había olvidado completamente de los tranvías, es que estoy hecha una wessi insoportable, qué le vamos a hacer!
Buen fin de semana!
PD: por cierto, que yo me paso también por tu cocina, a escondidas, jeje!
Ivana, las farolas se ven pocas, hay que meterse en el "Este profundo". En muchos edificios también se sigue reconociendo la RDA, aunque los hayan pintado de colorines para darles más alegría.
Pues qué me va a parecer: ¡muy interesante!... porque he de reconocer que en las farolas ¡nunca me he fijado! (¿son esas que he oído que siguen siendo de gas?)... Ves, lo tuyo despiste Wessi, lo mío ceguera Ossi, vaya compaginación y qué modélico-reunificadas que estamos... :D
ResponderEliminarSi va a resultar que lo de la unidad nacional se nos da mejor después de tó a los procedentes de ese extraño país autonómico-festivo que dicen que es una ficción, juas juas...
Uno de mis temas favoritos de Berlín Este/Oeste es el de las Geisterbahnhöfe, (http://en.wikipedia.org/wiki/Ghost_station#Berlin) las estaciones de líneas de metro occidental que pasaban por debajo de Berlín Oriental y en las que los trenes no paraban. ¿Qué miedo, verdad?
ResponderEliminarUn abrazo!
T.
¡¡¡18 años ya!!!
ResponderEliminarjo, me hago mayor, recuerdo verlo por la tele. Creo que cuando estuve en Berlín, en el año 1999, todavía sólo estaban en el lado este. Y claro me parecieron la mar de originales los hombrecillos. No sabía que ahora rondaban por toda la ciudad.
Pues yo no me acordaba de que en Alemania era fiesta el viernes hasta que subí a un autobús para ir a comprar pasada la frontera y después de esperar tres cuartos de hora al autobús que normalmente tarda 15 minutos en pasar (llevaban horario de domingo) el autobusero muy amable nos comentó que si íbamos a comprar al país vecino que lo teníamos claro. Así me acordé de la unificación y de toda su familia ;):D:D:D
ResponderEliminarOye, con tu permiso, pillaré prestado el hombrecillo de los semáforos para invitarlo a cenar y hacerle un homenaje en mi sección culinaria de "Un lloc, un món" :)
Besos.
Natalika, de gas, creo que sí, aunque también hay otras por la ciudad que también son de gas, las de mi barrio, por ejemplo ;-D
ResponderEliminarTonicito, mi compañero cuenta siempre la sorpresa que se llevó cuando después de la Caída del Muro se bajó por vez primera en la estación Jannowitzbrücke y se dio cuenta de que todo el tiempo había habido una línea del Berlín occidental al otro lado de la pared.
Ajonjoli, 18 de la reunicación, 19 de la Caída del Muro!
¡Desde 1999 no veas cómo se han reproducido, los hombrecillos (y es que también hay "mujercillas"!
Jajaja, Marona, tú y los despistes con trenes y autobuses. Aunque tampoco tenías porqué saberlo. A mí no se me olvida porque, para un día de fiesta que hay, hay que apuntárselo bien en la agenda!
Los hombrecillos no son de mi uso exclusivo, así que tómate los que quieras (foto incluida si te apetece, no problem).
Besos y gracias por vuestra visita!