En Alemania el otoño no sabe a otoño hasta que llegan el federweisser y los pasteles de cebolla. Creo que me podría alimentar todo el otoño... y parte del invierno a base de estas dos cosas.
Tarta de cebolla a la alsaciana (Flammkuchen)
(Ingredientes para tres personas, o dos con buen apetito, salen casi tres bandejas de horno. Al ser la masa muy fina, las porciones parecen más grandes de lo que son.)
500 g de harina - 21 g de levadura fresca - 300 ml de agua - 300 g de panceta - 2 cebollas grandes - dos dientes de ajo - 400 g de crema fresca (crème fraîche) - sal - nuez moscada y pimienta - cebollino o perejil
Elaboración
Diluir la levadura fresca en un poco de agua templada para activarla. Añadir a la harina tamizada la levadura con el resto del agua y un poco de sal, y amasar bien. Dejar reposar en un lugar templado durante al menos 30 minutos hasta que la masa haya doblado su tamaño. Mientras tanto cortar las cebollas en aros y la panceta en tiras finas. Machacar un ajo y mezclarlo con la crema, añadir nuez moscada, pimienta y un poco de cebollino o perejil picado (yo también añadí una cucharada de queso Emmental rallado). Normalmente no hace falta añadir sal a la crema ya que la panceta suele ser muy salada. Cuando la masa esté lista, dividirla en tres partes iguales y extender con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta obtener una base muy fina que colocaremos sobre una bandeja de horno. Extender una capa de la crema agria, y repartir los aros de cebolla y las tiras de panceta por encima. Introducir en el horno precalentado al máximo (el mío 250 ºC) y dejar unos 10 ó 15 minutos controlando que no se queme. Sacar del horno y servir inmediatamente.
Mmm...a la receta sólo le veo un pero...que si lo haces con 20 ó 22 gramos de levadura...pues, claro, no sale bien :P jijiji
ResponderEliminarBromas aparte, el federweisser (que parece no ser precisamente como una pluma) no lo he probado nunca, pero de tarta de cebolla también me podría alimentar yo buena parte del invierno!!
Jajajaja, Ibán, casi me matas del susto! El experto panificador ve una pega en mi masa... "la has c*g*d*, Noema", pensé (es que soy lenta pillando las cosas). Pero Ibán, querido, eso se llama precisión, y ya se sabe que la alemana es mítica, los cubitos de levadura fresca que venden aquí son de 42 g, ni más, ni menos. Mi receta decía la mitad, así que yo, ni corta ni perezosa, no me conformé con cortar el cubito por la mitad sino que (y ahora para que te rías de verdad) la medí en la báscula de precisión. Palabra.
ResponderEliminarNunca he probado esa tarta, pero creo que yo también podria vivir de ella.
ResponderEliminarMuy curioso, lo del mosto cabezón y su potencia de fermentación.
Abrazos,
El Federweisser lo caté hace poquito ;) y me recordó al Sturm austríaco.
ResponderEliminarYo también peso hasta el gramillo los ingredientes, así si me sale mal no es que yo sea una patata es que la receta estaba mal ;)
Por cierto, una como esa pero en dulce nos la comimos en tu pueblo, con manzanas en vez de cebollas... calentita... mmmh, ¡manjar de Dioses!
Sara, te animo a que la hagas, no es otra cosa que una pizza fina con crema en lugar de tomate.
ResponderEliminarMarona, uff, menos mal que no soy la única. La mayoría de las recetas las mido a "ojímetro", pero las masas me dan como muuucho respeto, no sé!
Sé que he hablado alguna vez contigo de los Flammkuchen, pero ahora no me acuerdo de cuándo, cómo, dónde o por qué! (senil que anda una ya) ;-)
Jiji: ya veo que no sólo hemos estado telepáticas las dos dándole al Federweisser a base de bien, sino que además bebemos el de la misma marca... cómo me gusta, pena que sólo haya durante tan poquito tiempo siempre.
ResponderEliminarNatalika, jo, es verdad que dura poco, pero así se pilla con ganas. Yo lo espero como agua de mayo... en septiembre, y claro, viviendo por tierras prusianas, suerte tenemos que lo encontramos!
ResponderEliminarNo es mal menu para el otoño... me he reido con tus comentarios sobre la precision alemana.
ResponderEliminarHola Noema esta tarta de cebolla, se ve deliciosa, creo que yo tambien podria vivir de ella.
ResponderEliminarUn beso
Amalia
Esa tarta queda oficialmente programada para este fin de semana. Tendré que buscar una alternativa a la riquísima panceta, porque por esta casa andamos un poco "colesterolosos"... a lo mejor con unas salchichas de pavo que tengo por ahí... Qué bonitas tus fotos otoñales, con la terraza desierta... ayer guardé los muebles de jardín en el cobertizo... *suspiro*
ResponderEliminarEsa tarta de cebolla.......mmmmmmm qué rica, yo también podria alimentarme a base de ella...... el Federweisser no lo he catado nunca, pero por lo que dices me está entrando una envidia envidiosa............ Besotes!!!!
ResponderEliminarMe parece una receta estupenda y una mezcla de sabores excelente.
ResponderEliminarBesos.
noema, como te pases el invierno a base de federweisser vas a terminar en alcohólicos anónimos!!!! y si luego en invierno enlazas con el glühwein....
ResponderEliminarLa tarta alsaciana tiene que estar muy buena, seguro. Lástima que tenga en casa a un intolerante a la lactosa...
Un beso.
Que delicia!!! Me encanta la cebolla así que me lo apunto!!! Las fotos muy bonitas!!!
ResponderEliminarTiene que estar deliciosa.
ResponderEliminar¡ Qué fotos más bonitas !.
Que conste que yo también he pensado en los de los 21 gramos de levadura, aquí son cubitos de 20, gramo más gramo menos....
Un besuco,
María José
21 g de levadura es definitivamente una cantidad alemana... :D
ResponderEliminarEl Federweisser no lo conocía. He probado sí el vino nuevo en el Weindorf de Stuttgart, pero no sé si es lo mismo.
Con respecto al Flammkuchen, puedo decir que me gusta, pero siempre me queda gusto a poco!
Un beso,
Marcela
Hola! Blog interesante. Estoy de acuerdo en que a través de la cocina de un país nos podemos acercar a su cultura.
ResponderEliminarYo también participo en el concurso de 20 Minutos, en la Categoría de Mejor Blog personal.
He visto que tenía algo que ver con Alemania y me ha llamado la atención. Me encanta ese país!
Un saludo
Raquel, un día os hablaré de la precisión alemana, prometido.
ResponderEliminaraandara, lo peor es que al ser tan fina hay que hacer muuucha para poder "vivir" de ella tanto tiempo.
Arantza, o unas tiritas de pechuga de pavo o pollo bien especiadas?
salvia, el Federweisser no se puede enviar bien por eso de que la botella está abierta, así que la próxima visita a Alemania ¡planéala para el otoño!
Silvia, lo es, lo es!
Ajonjoli, por suerte, el Glühwein no es lo mío que si no sí que acababa en alcólicos anónimos. Donde tengo más probabilidad de acabar es en "culos de panadera" anónimos, esta frase nos la decía siempre un compañero de piso hace mucho tiempo.
Seguro que ingenias una alternativa a la lactosa, ¿cómo le iría una cremita de tofu sedoso en lugar de crème fraîche?
Gracias, Ivana, hay en Alemania otro pastel típico que lleva aún más cebolla, lo tengo también en el blog!
María José, lo de la levadura a mí ni se me ocurrió, Ibán me hizo darme cuenta de ello. Jo, además 21 g... como la peli!
Marcela, supongo que será algo similar. De hecho, la región de vinos está por allí, aquí en tierras prusianas son todos importados de allí.
Hola Lorenna, gracias y bienvenida! ¿Puedo ser indiscreta y preguntar cuál es ese lazo que te une a Alemania?
Bueno, muchas gracias a todas y a *todo por tantos comentarios, aportaciones y piropos! Ando un poco retrasada en esto de responder... pero os sigo leyendo fielmente a todos y me encanta recibir vuestros comentarios!
Un abrazo :-D
Jo, me estoy relamiendo desde aquí,con lo que me gustan ese tipo de vinos...
ResponderEliminarPues sí Bardamu, el vino está bueno, bueno, para relamerse! Lástima que sólo se encuentre un mes al año.
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