Si hay una especialidad gastronómica de la que los alemanes están orgullosos, esa es el pan. Se jactan, y no sin razón, de tener más de 300 tipos diferentes de panes. Un extranjero no instruido en el tema (léase servidora) necesita una eternidad para diferenciar los tipos de panes según las clases de harinas y los cereales empleados, o las diferentes temperaturas de cocción que lleva cada pan.
La segunda dificultad a la que se enfrenta el extranjero es la de aprenderse todos esos nombres para pedir correctamente el pan correspondiente, nombres que muchas veces guardan poca o ninguna relación con lo que podría ser su elaboración, como por ejemplo, el panecillo "campeón del mundo" (Weltmeister) o el "aprendiz de zapatero" (Schusterjunge). Sin mencionar las variantes regionales para el simple panecillo o Brötchen, que en Berlín es Schrippe, en el sur, Semmel, etc.
La segunda dificultad a la que se enfrenta el extranjero es la de aprenderse todos esos nombres para pedir correctamente el pan correspondiente, nombres que muchas veces guardan poca o ninguna relación con lo que podría ser su elaboración, como por ejemplo, el panecillo "campeón del mundo" (Weltmeister) o el "aprendiz de zapatero" (Schusterjunge). Sin mencionar las variantes regionales para el simple panecillo o Brötchen, que en Berlín es Schrippe, en el sur, Semmel, etc.
Pumpernickel
Recién llegada a estas tierras y en busca del famoso pan negro fui a dar con el Pumpernickel, que por entonces yo consideré como el "más alemán" por ser, quizás, el de aspecto más diferente a los que conocía. Y fue así que me dispuse a probarlo acompañando la comida, según mi por entonces entendimiento del pan (para mojar, vamos). ¡GRAN ERROR! Este tipo de panes contundentes, como diría alguno, no están hechos para mojar, para este fin, la cocina alemana tiene otras cosas ricas como los Knödel o los Klösse. Y de ahí que las comidas, rara vez se acompañen con pan.
Muchos de los panes tienen demasiada personalidad para ser empapados con otros sabores, necesitan ser el protagonista de la comida, por eso algunas de las comidas del día son sencillamente eso "pan con... (queso, embutidos)" y tienen denominaciones tan estupendas como Pausenbrot ("pan del recreo", almuerzo de los niños en el colegio), Abendbrot ("pan de la tarde", sinónimo de cena), o Brotzeit en Austria ("la hora del pan").
La diferencia es una cuestión de uso y no de formas. Como ejemplo curioso el uso, a mi parecer sólo funcional, del pan como soporte para la salchicha.
Muchos de los panes tienen demasiada personalidad para ser empapados con otros sabores, necesitan ser el protagonista de la comida, por eso algunas de las comidas del día son sencillamente eso "pan con... (queso, embutidos)" y tienen denominaciones tan estupendas como Pausenbrot ("pan del recreo", almuerzo de los niños en el colegio), Abendbrot ("pan de la tarde", sinónimo de cena), o Brotzeit en Austria ("la hora del pan").
La diferencia es una cuestión de uso y no de formas. Como ejemplo curioso el uso, a mi parecer sólo funcional, del pan como soporte para la salchicha.
Si no fuera porque lleva kétchup o mostaza, y porque quema, creo que se ahorrarían el pan. De hecho, es común ver a niños pequeños en cochecitos rechupeteando una salchicha tipo Frankfurt que las madres llevan en tuppers, sin pan.
En fin, tras todas estas filosóficas y profundas divagaciones de hoy, ¡a ver quién adivina qué suelen echar en falta los alemanes cuando viven en el extranjero!
Toda una lección sobre pan alemás, por cierto qué nombre más absurdos.Ya veo que es pura anécdota en el caso de la salchicha.El pumpernickel con queso me encanta para desayunar, tiene un sabor tan especial.
ResponderEliminarUn saludo y sigue instruyéndonos.
Gracias Cris, jeje. Lo de los nombres, ni idea, su razón tendrán de ser, yo no la he encontrado. A mí también me encanta el pumpernickel, aunque creo que es de esas cosas que o odias o te encantan!
ResponderEliminarUn abrazo :-D
Yo soy de las que adoran en Pumpernickel....me chifla; el que yo compro viene en lonchitas cuadradas en una especie de Tupper....y también lo como con queso... Mi decepción fue también la misma que la tuya, que no podía mojar con el, por su "contundencia!!! Espero que todo vaya bien por ahí!!! Besos,B
ResponderEliminarHola Bea, si ya sabía yo que entre vosotros iba a haber muchos amantes del Pumpernickel, :-D
ResponderEliminarA mí que encanta con queso fresco y algun ahumado!
Por aquí todo bien, un poco adormilada y entrando en estado de hibernación ¡a las 4 se hace de noche! 8-(
¿Pues igual debo ser yo entonces la única que odia el Pumpernickel?
ResponderEliminar;-)
De todas maneras: Sé perfectamente a qué te refieres, yo antes de mudarme a tierras teutonas pensaba que aquí era la cerveza el "alimento" del que más clases había. Nunca hubiera pensado que los alemanes, un pueblo que no conoce el verbo "untar el plato", fuera tan panero... ;-)
Ahora soy más "panadicta", me encantan todos esos panecillos (Finnenbrötchen, Toskanabrötchen, todas esas variantes integrales, los panes de Müsli...). Y el pan acidulado (¿se llama así en castellano el Sauerteigbrot?) de nueces...
¡Ñam, ñam, ñam, ñam-ñam!
Pues a mi me encantan todos esos nombres, sobre todo "das Pausenbrot"...yo me traje de Freiburg uno de zanahoria que estaba de muerte, bueno si soy sincera, me traje todos los que me cabían en la mochila ;)
ResponderEliminarAy, Natalika, a mí últimamente me ha dado por los Toskanabrötchen que dices, son los mejores para el bocata con aceite de oliva!
ResponderEliminarEl Sauerteigbrot (habrá que consultarlo con el oráculo) pero yo le diría "pan de levadura natural"!
Mònica, a mí también me encantan esos nombres, y seguro que hay muuuchos más que no conozco!
Un beso a las dos!
Me encanta el pumpernickel y mi mejor amiga que vive en Múnich me lo trae recién hechito. ¡Puro placer! Un beso, Noema.
ResponderEliminarcanela
¡Aaaaah! Los panes alemanes son mi debilidad, creo que es lo que más echaría de menos. Además, me fascina porque cambian de nombre con una velocidad pasmosa, a parte del Finnenbrot (aquí la versión es gordota, sin diminutivo), el Semmel y el Pumpernickel no he oído del resto. Lo más gracioso es que seguro que los he probado con otro nombre, ¡si cambian hasta de panadería en panadería! :D
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, el pan allá es algo digno de todos los elogios.
ResponderEliminarEs más, yo agrandaría el reino de los grandes panes hacia el Este, más allá del Óder...todo el Este de Europa, Rusia, Escandinavia y (oh, paraiso de los paraísos), los países bálticos.
A veces parece que hay como una idea de que la gran cocina/pan se acaba en Francia e Italia...pero, por fortuna, hay lugares donde el pan es un tesoro cotidiano. Me ha hecho gracia la última frase; yo suelo decirla mucho, sobre todo de polacos, rusos, ucranianos, eslovacos, etc...
Ah! Yo soy un gran amante del pumpernickel (del alemán, el americano/judío es una de esas guarraditas ricas), mi favorito es con una gruesa capa de schmalz (con ese saborazo a cerrrrrdo) y cebolla tostada (viva Alemania!!), aunque suelo hacer a veces un invento, cuando sobra pumpernickel: hacer un revueldo de pumpernickel y morcilla...argg
:)
Hola Noema!!! Es cierto, entrar en una panadería alemana (yo la primera vez que entré en una fue en Stuttgart y sin hablar palabra de alemán...) es quedarse pasmado y no saber qué pedir......., la primera vez que probé el Pumpernickel no me gustó nada y poco a poco se ha ido ganando un sitio, yo cuando lo compro lo tomo para desayunar con queso mmmmmmm..... Un besazo!!!!
ResponderEliminarNo conozco de panes alemanes, gracias por compartir. Besos
ResponderEliminarY la receta del pumpernickel....?
Acabas de darme una "Introducción al pan alemán 101". Para seguir con la mesa redonda en torno al pumpernickel, sólo he probado la versión que se encontraba en los supers españoles, que imagino no tiene mucho que ver con el que se encuentra en una panadería berlinesa, y la verdad es que no me entusiasma. Me gusta el pan, pero soy más de galletas. Pero declaro que la mejor "txapata" (je, la euskerización del término siempre me ha hecho gracia) del mundo mundial se vende en Vitoria. Vitoria tiene unas panaderías de barrio con una pinta anodina, que venden unas barras que... *ay*
ResponderEliminarMe encanta visitarte, leer tus post es abrir una ventana de aire fresco aunque hoy la dejare cerradita para empaparme de los olores del pan alemán.
ResponderEliminarCanela, otra a favor, creo que hasta aquí van ganando los que les gusta ;-D (bueno, tampoco es una competición)
ResponderEliminarMarona, ¿y si empezamos a hacer un glosario de panes, panecitos, panecillos & cía.?
Ibán, la versión americana/judía la he descubierto buscando información para este post. Igual que también he descubierto un par de recetas con pumpernickel como ingrediente. Ese invento con la morcilla promete, la próxima vez que caiga una en mis manos la probaré!
Salvia, con queso para desayunar ¡perfecta elección!
Cibercuoca, voy a ver si encuentro alguna receta buena y te la paso, aunque leyendo el proceso para hacerlo, puede ser complicadilla!
Arantza, txapatas de Vitoria, apunto el dato.
Raquel, se me suben los colores, mujer. Sí, déjala bien cerradita que estamos en época de resfriados!
Un abrazo a tod@s y como siempre ¡gracias por pasaros por aquí!
Yo lo descubrí en Holanda, allí lo llaman roggebrood. Me sorprendió pero reconozco que no me convencía como algo cotidiano (me alegra no ser la única, he visto por ahí que alguien lo odiaba) aunque para tomarlo de vez en cuando era interesante. Aunque cometí el mismo error que tú, nada más llegar allí, lo compré para acompañar unas lentejas... es un pan para comer con queso o embutido, dos cosas que no me gustan demasiado, así qie puede ser por eso que no me convence.
ResponderEliminarEntiendo a los alemanes porque yo, después de haber vivido en Francia, lo que más hecho de menos es el pan.
Noema, perdona el retraso!!! tenemos que volver a Berlín porqué no nos dió tiempo de disfrutar con estos panes tan espectaculares que téneis.
ResponderEliminarLas fotos estupendas, y la salchicha que suculenta, por diós.
Muchos besos, te queremos un monton!
buaaaaa
ResponderEliminaryo no lo conozco...
peroi me encanta tu blog, y tus recetas!!
un abrazo
tere
Ajonjoli, te confieso que aunque me gusta, sólo puedo tomarlo de vez en cuando, no me gusta tanto como para tomarlo a diario!
ResponderEliminarLa cuina vermella, chicos que esto no es una competición, así que de retraso ¡nada! El pumpernickel se puede encontrar ya fácilmente en España, así que podéis ir probándolo antes de la próxima visita ;-D
Tere, danke schön! Pues anda, a la búsqueda del pan, que como ya he puesto arriba, ya se encuentra fácilmente en España (creo que lo lleva Bimbo).
Un abrazo y gracias por pasaros por aquí!
Uy, uy, el pan alemán, me vuelve loca...
ResponderEliminarEn el sur a los Brötchen o Semmel, les dicen Wecken. No hay forma de acostumbrarse a la cantidad de nombres. :D
Adoro también los panes con muchas semillas, tipo Korn an Korn. La variedad de panes con centeno, desde mezcla a puro centeno. Y el Laugengebäck, ese es mi perdición, una Brezel con sus granitos de sal y sus partes crocante y tierna como corresponde.
El pumpernickel con Meerettich y salmón ahumado, un clásico. Y hace rato que tengo visto un postre con pumpernickel y manzana que sonaba interesante. A lo mejor lo hago para Navidad, así matamos el calor con algunas calorías. Je.
Un beso,
Marcela
P.S.: hasta donde entiendo, rebañar el pan en el plato se ve como de bastante mala educación en Alemania. No es que acá sea "fino", pero se admite en familia. Y en un diálogo entre amigos quién no acepta que el pan con la salsa es de lo mejor? No saben lo que se pierden, pero ya superarán esos complejos. Es más, personalmente he visto como se desacomplejan. :P
Marcela, ya estoy esperando ese postre con pumpernickel. Y sí, rebañar el pan no está muy bien visto. Bueno, en España es también como cuentas, en familia y entre amigos se acepta, pero tampoco debería abusarse del uso en público! :-D
ResponderEliminarmi novio es danés y estuve el año pasado en dinamarca y en amsterdan y tengo q decir q lo que mas me llamó la atencion y lo que mas me gusto fue la variedad de panes, cada uno con su "función" que hay!!! toda esa zona del norte europeo a lo q se refiere en gastranomia es muy parecido y me encanta!!!! mi suega hace un pan negro pá chuparse los dedos!! jajajaj
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