sábado, 4 de julio de 2009

Los Mares del Norte

De camino al Mar del Norte podemos encontrar muchas maravillas. La primera, una hermosa ciudad y el mayor puerto de Alemania a orillas del Elba.

Hamburg

Hamburg

Dos días escasos no son tiempo suficiente para poder decir mucho sobre una ciudad ni para juzgarla, pero la idea de poder vivir allí no me desagradó en un primer momento, una sensación que no había tenido hasta ahora en ninguna otra ciudad alemana. De hecho, el ambiente relajado de sus barrios, las terrazas de verano frente al Elba, esa mezcla un tanto decadente entre moderno, antiguo y restos de tiempos más alternativos me recordaron mucho al ambiente de Berlín. Está claro que es solo una impresión personal y muy subjetiva.

Hamburg

La segunda maravilla es una especialidad de los puertos del Mar del Norte, el Labskaus, un plato de marineros, ya que los ingredientes básicos son productos que se conservan bien durante largas travesías por mar, como la carne en salazón. El Labskaus es un puré (con mejor sabor que aspecto, el mejunje rosado de la foto), que suele servirse con huevos fritos, pepinillos y remolacha, y a veces, como en la foto, con Rollmops.

Labskaus

Otra especialidad que no falta en la mayoría de restaurantes de la región costera es el arenque fresco o Matjes, arenques que se pescan antes del desove y que se dejan madurar en salazón. La temporada empieza a principios de junio y casi todos los restaurantes anuncian Matjes frescos en su carta.

Matjes

Si seguimos el curso del Elba hacia el norte llegaremos hasta su desembocadura en aguas del Mar del Norte. Playas inmensas, llanuras interminables y unas mareas enormes dada la escasa inclinación de la costa con una diferencia entre la pleamar y la bajamar de kilómetros. En otras palabras, por la mañana el agua llega hasta la playa, por la tarde no se distingue la orilla en el horizonte y lo que queda es esto, ideal para pescar chamarucas que, curiosamente, no tienen mucha resonancia en la gastronomía local.

Wadden Sea

En cambio, sí que es muy popular un tipo de quisquilla que se suele tomar en bocadillo (Krabbenbrötchen). Los pocos pesqueros que siguen dedicándose a la pesca de este crustáceo hace tiempo que no pueden cubrir la gran demanda existente. Los "entendidos" los compran directamente a los pesqueros cuando arriban a puerto y los pelan ellos mismos.

Krabbenbrötchen

Además de todo esto, idílicos pueblos pesqueros y playas con ambiente de época salpicadas de las inconfundibles tumbonas o Strandkörbe.

Neuharlingersiel Harbour

Strandkörbe

18 comentarios:

  1. Uy, uy, uy... Si ve ese plato de Labskaus mi chico (que es de Bremerhaven)... :)

    Es cierto: Yo también pienso a veces que Hamburgo es la única ciudad alemana en la que podría plantearme vivir aparte de Berlín. (Jiji, de todas maneras, que no te oiga ningún berlinés o hamburgués que la una te recuerda a la otra, que igual se ofenden y te cuelgan del palo mayor... con la tirria que se tienen...).

    Las fotos, como siempre, ¡magníficas!

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  2. Hola guapa! menudas tumbonas mas guapas en las playas del norte, que preciosas. El arenque no sé yo, pero la quisquilla sí y ahora mismo. Un besazo enorme.

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  3. Que bien te lo has pasado eh!! Yo esos platos no me los comía, ni los ahumados ni lo crudo me va, pero te acompaño con una cervezita al lado del Elba!!
    besitos

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  4. natalika, ah, por Bremerhaven pasamos una tarde, de camino a Ostfriesland, como ves, rastreamos toda la costa. Por cierto, acabo de comprar aquí en Berlín Labskaus en lata, el que venden del Old Commercial Room a precio de caviar de Beluga ¿lo conoce tu chico? Más que nada por saber si es "recomendable".
    Lo de Hamburgo-Berlín lo he dicho aquí, entre nosotras, pero me da que más se van a cabrear los hamburgueses que los berlineses, jeje.
    La cuina vermella, pero si tiene una pinta fantástica ese arenque (yo tampoco lo probé, pero porque soy un poco de pueblo, no por otra cosa).
    Ivana, mujer, las quisquillas están cocidas (y estas probablemente peladas en Marruecos, así que tienen solera y unos cuantos kilómetros tras de sí), el arenque en salazón, que viene a ser como en vinagre o limón, y el puré Labskaus te aseguro que tenía un sabor sorprendetemente delicioso. Bueno, pues quedaremos para una cervecita, aunque yo prefiero un refresco de esos de los de tu blog.

    Un abrazo y gracias por vuestros comentarios tempraneros.

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  5. Veo que estabámos en los mismos lugares. Mi paso por Hamburg me recordó ciertamente algo de Berlín, pienso que tu apreciación no es tan errada. Una ciudad hermosa, me encantó recorrer sus rincones y tambien me hizo sentir un poco como estar en Amsterdam.
    Muy lindas fotos y los platos exquisitos. Nosotros comimos pescado hasta saciarnos, comprenderás que aquí se come poco.
    Un abrazo.

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  6. Vale, venga, me habeis convencido entre todos... las próximas vacaciones van a ser en Hamburgo.

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  7. Noema, me encanta leerte porque consigues que llegue a apreciar cosas por las que, en su momento, no sentí gran interés. Los arenques frescos ahumados(nieuwe haring, en holanda) nunca me llamaron la atención, y la verdad que los rudos platos del mar del norte tampoco. Pero descritos por ti hasta parecen buenos!
    un beso.

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  8. La única ciudad de Alemania que conozco es Hamburgo y me encantó, superó todas mis expectativas...
    Probaría cada uno de los platos.
    ¡Muy lindas fotos Noema!

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  9. Yo creo que para salivar delante de esos platos hay que ser oriunda de puerto de mar, porque a mí me parece que tienen una pinta estupenda, y te lo escribo café con leche en mano, así que imagina a la hora de comer... lo de la remolacha-patatas acompañando la comida campesina-marinera también se encuentra en Quebec... es curioso. Me encantan las fotos, especialmente las de esas playas nórdicas (¿ verdad que la luz y el agua no son como en "nuestras" playas? Es como en las playas de la Isla del Príncipe Eduardo o Nueva Escocia, es el mismo océano, pero es totalmente diferente).

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  10. Pues mi mario que es de flensburg...(de donde los puntos si!)Se pirra por las gambitas esas!! A mi a pesar de ser mediterranea me encantas las cestas de la playa y ese viento tan fresquito. Pero he de confesar que todavia no me atrevido a tmar el banio en ese mar tan frio...I love Hamburg.

    Un post estiupendo Noema. Como siempre...

    @Natalika: Kön tambien te gustaria;-)

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  11. Que banquete de blog!!! Me ha encantado visitarte.
    Las fotos están estupendas.
    Muchas gracias.
    Now and Then

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  12. Qué recuerdos más bonitos... ¿qué tal Henry? ¿Le diste recuerdos de mi parte?? ;)
    Yo podría volver a vivir a Hamburgo mañana mismo; recuerdo el olor, cuando iba en bici al centro, rodeando el Aussen Alster, qué maravilla de ciudad. Recuerdo haber leído entonces que tenía los habitantes de Barcelona pero 8 veces su tamaño, casi nada. Elba tiene que ser de los nombres más bonitos que existen.

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  13. Preciosas las fotos, y fantásticas las de las comiditas. Me he quedado prendada de la tercera foto, me ha encantado la perspectiva.
    Conozco Hamburgo y Berlín de Alemania, pero después de leerte me encantaría conocerlo todo entero.
    Besos
    Sonia

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  14. Interesante como siempre esa mezcla de gastronomía y cultura por dónde paseas Noema. Esa visión de las playas del Norte con sus casetas es de lo más bucólico, qué maravilla estar en una playa salpicada por esas reliquias.Y la arquitectura de esos muelles antiguos, magnífica visión.
    Un beso

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  15. La foto de las tumbonas me ha encantado! No conozco Hamburgo pero sí Berlín y si tienen cosas en común me imagino que me gustaría.
    Los platos me han gustado, el tema de crudos a mi me suele apetecer.
    Besos

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  16. kako, ¿acabas de estar por el Norte? En Berlín se come también poco pescado, así que también aprovechamos.
    Marona, lo que tendríamos que hacer es dedicarnos al blog en cuerpo y alma, dejar de trabajar/estudiar y ponernos a ver (y comer) mundo para luego contarlo en el blog.
    Ajonjoli, vaya, ese sí que es un piropo, me alegro haber conseguido que hasta los arenques te parezcan apetitosos :-D
    sol, pues espérate a conocer el resto de Alemania. Todos los sitios en el mundo tienen su encanto.
    Arantza, tú lo has dicho, a los que hemos crecido en la costa esos platos nos tiran, no hay duda. La luz es totalmente diferente, yo lo noto cada vez que vuelvo al Cantábrico, lo primero que me llama la atención (incluso en días nublados) es esa luz que hay.
    Belen, pobrecillo tu marido con lo de Flensburg, estará hasta las narices del comentario de los puntos ¿no? [que hay que aclarar para los que no vivan en Alemania, que Flensburg es la ciudad en la que se encuentra la administración que penaliza con puntos en el carnet de conducir las infracciones de tráfico].
    Mary, gracias por tu visita, aquí tienes sitio cuando quieras.
    Ibán, pues Henry... no lo sé, alguien me recomendó que no lo buscara. ¿Y el Elba al alba? Aún más bonito ¿no?
    Sonia, pues ya conoces mis dos ciudades fantásticas, pero hay más... (jo, desde luego la Oficina de Turismo de Alemania debería promocionarme el blog).
    CRIS, estas entradas son para añadir a nuestra colección de gastroviajes por el mundo que tú amplías con esos viajes que te pegas a Inglaterra.
    Marta, es que las sillas estas para la playa enamoran.

    Muchas gracias como siempre por todos vuestros comentarios. Un abrazo.

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  17. Mira tu por donde, una de mis mejores amigas vive en Hamburgo, lleva un par de años diciéndonos que a ver cuándo pisamos por allí (sólo la veo cuando viene...)y todavía no hemos ido (qué vergüenza....) y ahora vas tu y me cuentas todo esto..... ayyyyyy. Me han encantado las tumbonas de la playa, el arenque lo compro de vez en cuando por aquí en una tienda alemana (tambien esta mejor de lo que parece...) y el bocata de quisquilla tiene una pintaaaaaaaa.
    Besotes!!!!

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  18. Uy no, entendidos no, si ni siquiera sabía que se llamaban quisquillas. :D Eso sí, se vuelan.
    No te cuento las ganas que me has dado de volver a Hamburgo...
    Aunque se nota que soy de tierra adentro, el Labkaus todavía no lo entiendo.
    Un beso,

    Marcela

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