Unos amigos sirios me relataban hace tiempo cómo se celebra la fiesta del Ramadán en su país. Ellos, aunque pertenecientes a la minoría católica del país, disfrutaban tanto como los demás del ambiente festivo durante el Ramadán, lleno de celebraciones, reuniones y comidas familiares tras la puesta del sol, además de regalos para los niños. Algo que me llamó especialmente la atención es que su madre, cristiana ortodoxa, solía ayunar también durante el mes del Ramadán, en parte por respeto, en parte porque las costumbres y tradiciones de otras comunidades se hacen más familiares cuando se viven de cerca.
Ya he comentado en alguna ocasión que el barrio en el que vivo tiene una proporción muy alta de población inmigrante (incluyendo a una servidora) y la religión mayoritaria dentro de esta comunidad extranjera es el islam. Desde que vivo aquí, el Ramadán es una festividad que no pasa desapercibida y cada año me alegro de su llegada, entre otras cosas porque la panadería turca de debajo de mi casa saca todas las tardes hornadas de la pita especial para Ramadán. El olor a pan recién horneado me avisa de que es hora de bajar a por una pita, esperar impaciente la cola que se forma y subir las escaleras cambiando el pan de mano en mano para no quemarme, mientras no puedo resistir darle un bocado.
Ya he comentado en alguna ocasión que el barrio en el que vivo tiene una proporción muy alta de población inmigrante (incluyendo a una servidora) y la religión mayoritaria dentro de esta comunidad extranjera es el islam. Desde que vivo aquí, el Ramadán es una festividad que no pasa desapercibida y cada año me alegro de su llegada, entre otras cosas porque la panadería turca de debajo de mi casa saca todas las tardes hornadas de la pita especial para Ramadán. El olor a pan recién horneado me avisa de que es hora de bajar a por una pita, esperar impaciente la cola que se forma y subir las escaleras cambiando el pan de mano en mano para no quemarme, mientras no puedo resistir darle un bocado.
Además, al atardecer las calles y terrazas se llenan de gente, la mezquita se viste con sus mejores galas y algunas tardes se escuchan sonidos inesperados.
Hoy se celebra el Bayram o Eid al-Fitr, el fin del Ramadán, tan esperado por los niños por los dulces y regalos que recibirán. En esta casa intentamos adoptar lo mejor de cada tradición y por eso tampoco pueden faltar dulces típicos para la ocasión. Así que ¡feliz fin de Ramadán o Eid Mubarak!
Que maravilla! me encanta lo que coges de cada cultura!!
ResponderEliminaresa pita y esos dulces!! los cuadraditos me recuerdan a unos que comimos en istambul!
pues venga a seguir disfrutando de la fiesta!
besitos
Que bonito! me encanta como nos lo has contando.
ResponderEliminarUn abrazo
Noema, yo tambien vivo en un barrio de extranjeros y muchos, en su mayoría, celebran el ramadán. Anoche por ejemplo el cielo estuvo cargado de fuegos pirotécnicos y se sentía mucho jolgorio en el ambiente. Hoy tambien me he deleitado viendo a mis vecinos con traje y corbata y las mujeres elegantemente vestidas. Otro mundo, otra cultura.
ResponderEliminarQue delicia esa pita con un mordisco y recién salida de la panadería, vaya tentación!
Un abrazo.
Eso no se vale, claro, lo dices hoy que ya es el final y así no hay manera de llegar a tiempo ;) ¿Pa cuando cae el año que viene? ¡Besos!
ResponderEliminarMe encantan los panes de todo tipo y estas pitas se ven fantásticas. En una de las fotos que tomaste hay fideos de arroz? Es que no llego a discernir. Muy lindas tus palabras.
ResponderEliminarSaludos
Mmmmm, delicias turcas... pegajosísimas, y qué ricas... estamos de conicidencias (para no variar), este fin de semana he hecho una harira aprovechando el fresquito que tenemos. Estaba suculenta, no sé si tendré tiempo de publicar la receta. Por cierto, que aquí el Ramadán se celebra más tarde (debe de ser por el calendario lunar). Besos.
ResponderEliminarMe encanta los conocimientos que nos aportas, gracias Noema!!
ResponderEliminarHola Noema:
ResponderEliminarEs cierto todo lo que comentas del Ramadán, treato mucho a una persona, que es marroquí y que lo lleva a rajatabla.
Me admira no solo la devoción que ponen en ello, si no con que respeto lo mantienen y como aguantan.
Yo no sería capaz.
Un beso
Hola Noema, que importante lo que dices: "en parte por respeto, en parte porque las costumbres y tradiciones de otras comunidades se hacen más familiares cuando se viven de cerca". Ojalá todos aprendiaramos de la madre de tu amigo.
ResponderEliminarMaravilloso post, Noema, lo fotografias, lo dices y lo cocinas todo de una manera tan especial y auténtica que siempre me encandilas. Te queremos.
Que gozada Noema! Me encanta la mezcla de culturas que vives! Y tienes toda la razón, no hay como coger lo mejor de cada casa! Me apunto a tus dulces del fin del ramadán!
ResponderEliminarUn fantastico post. Contigo siempre aprendo cosas muy interesantes y la forma como lo explicas me encanta. La pita festiva una auténtica maravilla.
ResponderEliminarBesos!
Ivana, delicias turcas se llaman, unos de los dulces más internacionales de Turquía, así que, difícil que no los probárais :-D
ResponderEliminarMònica, pues a mí me encanta que te haya gustado ;-D
Kako, veo que conoces el ambiente que he tratado de explicar. ¿No tienes panaderías que hagan un pan similar?
Marona, oh, vale, el año que viene lo tendré en cuenta... confieso que quería haber escrito al principio de Ramadán pero se me fue el santo al cielo.
Erika, no, no son fideos de arroz sino "pişmaniye", una especie de algodón de azúcar, este con pistachos, aunque menos dulce que los algodones que conozco.
Arantza, algo pegajosillas, sí, el truco es metérselas enteras en la boca, jeje, y chuparse los dedos pegajosos. Creo que hay calendarios especiales de Ramadán para toda la gente que vive desperdigada por el mundo, el calendario lunar, sip.
Gloria, conocimientos, guau, suena como si supiera algo, dejémoslo en experiencias o anécdotas vividas, jeje ;-D
cuatro especias, un placer volver a tenerte por aquí. Bueno, como en todas las cosas hay gente que lo lleva a rajatabla, otros muchos que no. Pero hacerlo implica bastante fuerza de voluntad, eso es cierto.
Vermellos, ¿cómo lo hacéis? Siempre conseguís que me ponga colorá como un tomate... y lo peor es que al final voy a acabar creyéndome todos esos piropos, jeje. Quizás debería haber dicho también que no solo la madre de mis amigos adopta costumbres ajenas sino que muchos de los musulmanes, en Siria, por ejemplo, acuden con la misma devoción a lugares de peregrinación cristinanos que a otros musulmanes. Creo que en el Occidente cristiano, por falta de esa convivencia, tenemos una tendencia (a veces peligrosa) a cerrarnos radicalmente a todo lo que lleve el calificativo "musulmán".
Marilu, por lo que he podido ver en mis últimas visitas a España, afortunadamente también hay ya un popurrí del culturas por allí. ¡Una ronda de delicias turcas para todos!
PILAR, bueno, bueno, ya lo he dicho en otras ocasiones pero esto mío es deformación profesional... ay. Me alegro de poder aportar alguna cosa nueva.
Un abrazo y muchas gracias por todos vuestros atentos comentarios.
Me encanta venir a leerte. Siempre aprendemos tanto....
ResponderEliminarEl pan tiene que ser una delicia. A mi los panes planos me gustan con locura.
Besitos sin gluten
Tengo, pero no bajo mi casa ;-), eso estaría genial.
ResponderEliminarEl lunes (al siguiente día del termino del ramadán) fuí a comprar al super árabe y me regalaron de esas gomitas que aparecen en tu foto. Que delicia!!!
Abrazos!