La mayoría de las veces estamos más ocupados en buscar lo que nos diferencia de los demás en lugar de concentrarnos en lo que nos une. Por ejemplo, creo sinceramente que los chinos y nosotros nos parecemos mucho más de lo que imaginamos. Hace poco aprendí que en chino, cuando saludas a alguien, puedes utilizar la pregunta literal "¿Has comido ya?" con el significado de "¿Qué tal?". Si has comido ya, entonces puedo suponer que te encuentras a gusto y bien. En España, cuando saludamos a alguien, dependiendo del momento del día diremos ¡Buenos días! o ¡Buenas tardes! pero... ¿en qué nos basamos para elegir una u otra opción? ¿A qué hora cambiamos el buenos días por el buenas tardes? ¿A las 12 del mediodía, a la 1, a las 2? ¿O más bien dependiendo de si hemos comido o no? De ahí que a veces se den situaciones en las que como respuesta a un buenas tardes, mi interlocutor contesta con un buenos días y entonces se suele comentar en tono de broma ¡vaya! ¿es que no ha comido usted todavía?
Este tipo de modismos en el lenguaje nos dan una información valiosísima a la hora de comprender mejor al otro, ya que reflejan los intereses, gustos o preocupaciones de un pueblo. Está claro que los chinos tienen el mismo interés, preocupación y fascinación por la comida que nosotros.
Cuanto más leo sobre la cocina china, más me fascina. En la preparación de los platos están presentes el concepto del yin y el yang (alimentos oscuros/claros, suaves/duros, húmedos/secos y fríos/cálidos); las cuatro energías (caliente, templado, frío y fresco); los cinco elementos trasladados a los cinco sabores (picante, amargo, agrio, dulce y salado), y todo ello combinado en una compleja interrelación que garantice la armonía, tan importante en las culturas orientales. De ahí que la separación en salados, para los primeros platos, y dulces, para los postres, según la entendemos en Occidente, se interprete de manera diferente en la cocina china.
Ojeando un libro de cocina china me saltó a la vista esta receta. El relleno original es pasta anko (hóngdòushā o pasta de judías dulces azuki), muy utilizada también en Japón. Como no tenía lo he hecho con alubias rojas endulzadas. Me ha encantado la textura cremosa, y dulzona de por sí, de la alubia roja para rellenos de postres y platos dulces.
Crepes dulces de alubia rojaEste tipo de modismos en el lenguaje nos dan una información valiosísima a la hora de comprender mejor al otro, ya que reflejan los intereses, gustos o preocupaciones de un pueblo. Está claro que los chinos tienen el mismo interés, preocupación y fascinación por la comida que nosotros.
Cuanto más leo sobre la cocina china, más me fascina. En la preparación de los platos están presentes el concepto del yin y el yang (alimentos oscuros/claros, suaves/duros, húmedos/secos y fríos/cálidos); las cuatro energías (caliente, templado, frío y fresco); los cinco elementos trasladados a los cinco sabores (picante, amargo, agrio, dulce y salado), y todo ello combinado en una compleja interrelación que garantice la armonía, tan importante en las culturas orientales. De ahí que la separación en salados, para los primeros platos, y dulces, para los postres, según la entendemos en Occidente, se interprete de manera diferente en la cocina china.
Ojeando un libro de cocina china me saltó a la vista esta receta. El relleno original es pasta anko (hóngdòushā o pasta de judías dulces azuki), muy utilizada también en Japón. Como no tenía lo he hecho con alubias rojas endulzadas. Me ha encantado la textura cremosa, y dulzona de por sí, de la alubia roja para rellenos de postres y platos dulces.
Ingredientes (para 4 crepes)
1 huevo - 250 ml agua - 75 g harina - 3 cucharadas maicena - 2 cucharadas aceite vegetal - 1 lata (175 g) de alubias rojas cocidas - 2 cucharadas de azúcar - 1 cucharada miel
Preparación
Lavar las alubias ya cocidas y escurrirlas bien. Poner en una cazuela a fuego lento con el azúcar, la miel y un poco de agua, lo justo hasta que las cubra. Cocer a fuego lento unos 10 minutos. Antes de retirarlas del fuego, aplastarlas con un tenedor hasta obtener la textura que queramos. Esto ya a gusto personal, yo dejé más o menos la mitad de las alubias enteras, pero si se quiere una crema más fina se puede triturar completamente hasta obtener un puré. Retirar del fuego y dejar colando para que la pasta suelte el líquido sobrante.
Batir el huevo en el agua y añadir poco a poco la harina, la maicena y dos cucharadas de aceite vegetal. La mezcla es mucho más líquida que la de los crepes tradicionales. Dejar reposar 10 minutos. Mientras tanto poner una sartén a calentar a fuego medio. Cuando esté caliente poner unas gotas de aceite y echar un cuarto de la mezcla anterior. Mover la sartén cuidadosamente para que la mezcla quede bien repartida y dejar a fuego medio unos 30 segundos. Poner en el centro una cucharada de la crema de alubias y repartir a lo largo. Doblar cuidadosamente los lados de la tortita y presionar suavemente para que la pasta se reparta bien. Dar la vuelta y dejar que se dore por el otro lado. Sacar y colocar sobre una tabla de cortar. Cuando tengamos todas las tortitas, las cortamos en trozos pequeños y las servimos espolvoreadas con un poco de azúcar glasé.
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Hǎo bú hǎo?
ResponderEliminarVaya, yo nos emparento (en cocina) con los indios (de la India), no había pensado en los vecinos asiáticos más lejanos :)
Lo de la clasificación de los alimentos (hoy en día gobernada por la religión de la ciencia), nosotros también la teníamos así antiguamente. Me tengo leído que usábamos los mísmos términos; clasificábamos los alimentos como fríos/calientes, etc. Depenediendo de la edad o momento vital cambiaban tus necesidades. Así que los alimentos fríos no eran adecuados para los viejos, etc. Dependiendo del tipo de persona, o de su momento vital, no convenía que comiera alimentos secos/húmedos. No recuerdo donde lo leí, si me acuerdo, te lo pongo.
A mí me gustan mucho los dulces chinos, porque no son "terriblemente" dulces, tienen ese toquecillo que te los puedes tomar sin-ton-ni-son. La pastita esta de alubias rojas es muy rica, nunca la he tomado en crepes, más bien en dulces "prietos"/secos.
jo que pinta tiene eso....se me hace al boca agua!
ResponderEliminarCurioso, porque yo también pienso a menudo que los chinos y los españoles están más cerca unos de otros de lo que pueda parecer a priori... por lo que pude ver cuando trabajaba en pleno barrio chino, a ellos también les encantan las fiestas o festivales callejeros en los que haya una gran aglomeración de gente; les gusta comer en familia -mi restaurante preferido es muy familiar, tiene grandes mesas redondas con bandejas giratorias en el centro, en las que comen los fines de semana grandes familias: críos, abuelos, padres, tíos y primos- y salen a la calle TODOS los días, (aquí, en invierno, tiene su mérito), aunque tengan 100años y tengan que arrastrarse, el paseíto reconstituyente es obligatorio; a los jubilados chinos, como a los españoles, también les encanta jugar en grupete a las damas, al mah-jong, a lo que sea. Tan lejos, tan cerca, es verdad.
ResponderEliminarEsto si que es exótico de verdad Noema. Es rizar el rizo de la cocina multicultural, unir lo francés con lo japonés.Las azukis tiene muchas propiedads, incluso las usan para hacer infusiones medicinales.
ResponderEliminarUn saludo
Ibán, seguro que también estamos emparentados con ellos, una cosa no quita la otra. ¿Te vas a referir al Theatrum Sanitatis? (referencia que me ha dado mi tía).
ResponderEliminarBelén, pues ya sabes, bien facilita que es!
Arantza, ¿verdad? sobre todo eso de compartir la comida en platos de los que todo el mundo va tomando, como nuestras raciones, un acto muy "colectivo" diría yo. A los alemanes, por ejemplo, individualistas natos, les cuesta mucho entender y "aceptar" eso de comer compartiendo. Ellos necesitan "su plato". Un día escribiré sobre ello y sobre una anécdota que me ocurrió al respecto recién aterrizada aquí.
Cris, bueno, yo lo he sacado de un libro de cocina china, al parecer es un plato muy tradicional en el norte de China.
UN ABRAZO A TOD@S
Me encanta!!!! nunca he probado el dulce de alubia roja en crepes pero la verdad que tiene una pinta deliciosa, me encanta que pregunten ¿Ha comido ya??? (es original, ¿que no?). Por cierto me viene a la cabeza la película "comer, beber, amar" ¿la has visto? interesante.....
ResponderEliminarComo siempre aprendo un montón cuando me paso por tu blog, en cuanto a Ibán si encuentras donde has leido eso chivanoslo a todos!!! Besos!!!!
que maravilla la visión intercultural y las explicaciones que nos das, yo estoy como loca por una olla de barro ahora si que me sacudió la vil envidia y la compraré prontito. Queria preguntarte: voy para berlin del 1 al 15 de agosto, allí siempre he comido bien, adoro berlin, pero queria saber si tienes un localito especial, que quieras recomendarme para comer o cenar, no muy caro que somos 4
ResponderEliminarte visitaré a menudo, espero que me vengas a ver en comerconlila.com
Hola Salvia, pues prúebala, en plan casero, como la he hecho yo, es bien fácil y sale muy rica. Sí, he visto la película que mencionas, de hecho es una de mis pelis favoritas. En la respuesta a Ibán he puesto el nombre del que, creo, podría ser el libro que menciona, pero a ver qué dice él ;-D
ResponderEliminarcomerconlila.com, ¡bienvenida! Pues ya sabes, en Berlín te puedes comprar la olla como souvenir, aunque pesa un poquillo. Supongo que también se encontrará en BCN o MAD.
Respecto a la recomendación, ¡uy, qué difícil! ¡Hay tantos! Si miras en la etiqueta que tengo "comer fuera" hay un par de mis preferidos. Especialmente el turco Hasir (cualquiera de los 5 locales, dependiendo del bolsillo). Si queréis probar algo de la Nueva Cocina Alemana, aunque ya no es lo más barato, un restaurante majo es Das alte Zollhaus. Un clásico en un antiguo local berlinés "Die Henne" (pero si no os gusta el pollo, ni vayáis, ya que poco más tienen, éste preferible con reserva, sólo cenas). Vietnamita, Monsieur Vuong en el barrio de Mitte (preparaos a compartir mesa y a ver a gente "guay"), pero la misma calidad por mucho menos dinero la encontráis en Hamy Café, en Herrmanplatz. Árabe tipo "Imbiss", para llevar, Habibi, tiene también varios en Berlín. Y podría seguir. Y para tomarse un café y picar algo o merendar, el Freischwimmer (www.freischwimmer-berlin.de), sin duda. Mira, si buscas algún tipo de cocina en concreto, escríbeme un e-mail que estaré encantada de darte toda la información que pueda ;-D
Creo que metiendo los nombres en google encontrarás fácilmente las páginas.
Noema, muchas gracias por esta receta. Siempre tomo ese postre cuando como en el restaurante japones Shunka, que te recomiendo si vienes a Barcelona. Pero no tenía ni idea de cómo hacerlo casero. Saluditos y felicidades por el blog.
ResponderEliminarcanela
Maravillosos creps, nunca los conocía así, esa pasta debe de quedar deliciosa, me apunto la receta me gustó mucho.
ResponderEliminarBesitos
Tengo que admitir que tras toda una vida con fogones, cocina y recetas, nunca probé algo como lo que nos pones y tampoco me imagino su sabor.
ResponderEliminarme apetece probarla, pero tal vez mas hacia el otoño, cuando bajen algo las temperaturas.
En cuanto a tu opinión de los saludos tienes toda la razón.
a mi en concreto, nunca me gustó el decir "que te aproveche·" Cuando alguién está comiendo, no se porque, pero me parece como muy bruto, aunque se sobreentiende que se le desea suerte en su alimentación y que la disfrute, pero aún así, no me gusta.
Un saludo
4E
Que crepes liiindos!
ResponderEliminar:)
Combinacion peculiar y muy asiatica, el mezclar dulce y salado.
ResponderEliminarYo creo que es debido a la vision y actitup en la vida de oriente. El mundo asiatico ha mantenido una linea de armonia y conjugacion con todo aquello que le rodea, consiguiendo llenar todo el espacio y absorber o mejor dicho sumar aquello que encuentra en su camino.
Considero que existen diferencias culturales enormes entre unos lugares y otros, pero en el fondo hay un ritmo espacial y metodico en torno al que gira toda nuestra existencia, es el hacer de una necesidad monotona y continua, la alimentacion, un referente en nuestras vidas, la comida nos marca nuestras pautas sociales (Hay una nota que suelen poner los medicos en los reconocimientos laborales que es "bebedor social moderado", a mi siempre me hizo gracia lo de social) y nos divide el tiempo del dia, nos recibe al nacer y no despide al morir (No hay entierro donde no se reunan y se acabe bebiendo algo o comiendo) por ello creo que en el fondo todos nos parecemos en algo y somos mucho mas iguales y existe un lugar cual altar y crisol donde se fusiona toda nuestra vida ese lugar es sin ninguna duda la mesa de comer y su entorno.
un saludo y garcias por este pequeño espacio.
yo sigo copiando recetas tuyas, es que me encanta las recetas de otras culturas y países, y aquí estoy encontrando mucha variedad, que además me gustan.
ResponderEliminarUn beso