En las panaderías-pastelerías germanas solemos encontrar un tipo de pastel llamado "de bandeja de horno", o Blechkuchen en alemán. Son pasteles "hechos a lo grande" en una bandeja rectangular enorme. Suelen llevar una base de masa de levadura o pasta quebrada, un relleno de crema o frutas, y una última capa que cierra todo. Se cortan después cuidadosamente y se sirven en porciones individuales rectangulares. El entrañable Blechkuchen es un género de pastel sobre el que podemos encontrar muchos libros de recetas.
Entre ellas, esta receta con un ingrediente que se utiliza bastante en las cocinas de muchos países de Europa Central, especialmente en panadería y repostería, las semillas de amapola. En la gastronomía de Polonia, por ejemplo, existe un pastel enrollado relleno de semillas de amapola, el makowiec. De tradición silesio-bohemia es también la versión del pastel de amapolas en el país vecino, y desde el que escribo, el Mohnkuchen, un pastel hecho normalmente en bandeja de horno o molde rectangular con masa de levadura y relleno con muuuuchas semillas de amapola. Sobra decir que además de rico es muy relajante ;-D
Entre ellas, esta receta con un ingrediente que se utiliza bastante en las cocinas de muchos países de Europa Central, especialmente en panadería y repostería, las semillas de amapola. En la gastronomía de Polonia, por ejemplo, existe un pastel enrollado relleno de semillas de amapola, el makowiec. De tradición silesio-bohemia es también la versión del pastel de amapolas en el país vecino, y desde el que escribo, el Mohnkuchen, un pastel hecho normalmente en bandeja de horno o molde rectangular con masa de levadura y relleno con muuuuchas semillas de amapola. Sobra decir que además de rico es muy relajante ;-D
Ingredientes
Masa: 500 g harina, 50 g mantequilla, 50 g azúcar glasé, 30 g levadura fresca, 2 yemas de huevo, 1/4 l leche, ralladura de 1/2 limón, 1 cucharilla de azúcar avainillado, una pizca de sal
Relleno: 200 g semillas de amapola negra molidas, 1/4 l de leche, 90 g pan rallado, 30 g mantequilla, 240 g azúcar glasé, 70 g uvas pasas, ralladura de 1/2 limón, una pizca de canela, 2 claras de huevo
Preparación
Masa: 500 g harina, 50 g mantequilla, 50 g azúcar glasé, 30 g levadura fresca, 2 yemas de huevo, 1/4 l leche, ralladura de 1/2 limón, 1 cucharilla de azúcar avainillado, una pizca de sal
Relleno: 200 g semillas de amapola negra molidas, 1/4 l de leche, 90 g pan rallado, 30 g mantequilla, 240 g azúcar glasé, 70 g uvas pasas, ralladura de 1/2 limón, una pizca de canela, 2 claras de huevo
Preparación
Para la masa, activamos la levadura en la leche templada y añadimos al resto de ingredientes que habremos mezclado en un cuenco. Tapamos y dejamos reposar en un lugar templado durante al menos una hora y hasta que la masa haya doblado su volumen.
Mientras tanto preparamos el relleno. Ponemos a hervir la leche, la mantequilla, el azúcar, la canela y la ralladura de limón en una cazuela. Cuando haya dado un hervor, añadimos las semillas de amapola y las uvas pasas y le damos un par de vueltas al calor hasta tener una masa homogénea. Añadimos el pan rallado y las claras de huevo y retiramos del fuego.
Cuando la masa ha subido, enharinamos una superficie de trabajo y extendemos una parte de la masa (aprox. dos tercios) con un rodillo. Engrasamos con mantequilla el fondo y los lados de un molde de horno (preferiblemente rectangular) y cubrimos con la masa. Repartimos bien el relleno de semillas y cerramos con la masa restante. Pintamos la superficie con yema de huevo y metemos en el horno previamente calentado a unos 180-200ºC durante aproximadamente 45 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
La masa de esta receta es bastante fácil y muy resultona, así que puede utilizarse en muchas otras recetas, sale muy esponjosa. Con un poco de masa sobrante y rascando las semillas que quedaban todavía en la cazuela me dio para unos panecillos rellenos.
Ver Receta para imprimir
Si yo pudiera le pondría semillas de amapola hasta a la sopa. Me encantan. Su textura me resulta más que agradable y para la vista son preciosisimas.
ResponderEliminarMi marido siempre que voy a hacer una receta con semillas me dice, otra vez? Pero es que me encantan.
Gracias por esta receta, es muy posible que la adapte al mundo sin.
Besitos sin gluten
Casi cada sábado visito un mercado del agricultor y artesanía.
ResponderEliminarAllí, antes de nada, me paso por el puesto de una pareja alemana o austriaca, no recuerdo bien el cotilleo. Tienen un rebaño de cabras y un horno de leña. Y cada semana llevan sus quesos, requesones y productos derivados... tartas de quesos y frutas, panes y su tarta de amapolas.
Yo la llamo así, no entiendo los carteles en alemán y nunca me fijé, la verdad. La chica ya aprendió a hablar un perfecto castellano-canario y no tengo que señalar y hacer el número con los dedos. Ellos ponen una finísima capa de masa, y dos cms de semillas más arriba, unos montoncitos de streusel (?). No es nada dulce y el sabor es tan delicado que a los que les di a probar no les convence, no sabe a nada, dicen... pero a mí me fascina. Me compro una(la hacen en bandejas grandes y la venden en porciones rectangulares) y ya en casa la voy comiendo a taquitos.
La textura de tanta semilla apretadita, ese color especial, el sonido que sordo al masticarlo...
Acabo de terminar el último trocito y este sábado no sé si iré. Te leo la receta por si un día tuviera un flush.
Siempre aprendo contigo, es un placer visitarte.
Zerogluten, a mí también me gustan mucho las semillas (si no, no hubiera hecho esta receta, jeje), y es en este pastel donde se aprecia realmente el sabor que tienen. Creo que tiene una adaptación sencilla al mundo sin gluten, seguro que le das un toque especial :-D
ResponderEliminarAdormidera, bueno, que conste que cuando estaba preparando el texto me acordé de ti, con ese nombre como para no!
Me alegra leer todo eso que cuentas, o sea que el pastel de amapolas ya ha llegado hastas las Islas, no podía ser de otra manera. Creo que en Austria es también muy popular, de todas formas, en la próxima visita al mercado le preguntas a la pareja de dónde son y a lo mejor te cuentan algún que otro secreto para hacerla. Esta receta es sencillísima.
A mí también me encanta porque como le he dicho a Zerogluten con tanta semilla se aprecia realmente el sabor almendrado de las semillas... ¿y lo divertido que es cómo se te queda la boca, con las semillas por todos los dientes?
Gracias por vuestra tempranera visita :-D
¡Qué buena pinta! Si te gusta este tipo de dulce, que por aquí se ve mucho (entre los brownies y demás...)a lo mejor te interesa esta recetilla muy "canadian": las Nanaimo bars.
ResponderEliminarhttp://www.canadianliving.com/food/after_dinner_nanaimo_bars.php
Espectacular Noema, me gusta toda esa pastelería consemillas de amapola, me muero por probar de hacer el pastel o los bollos esos, pero qué rico!.Qué alegría dan esos tulipanes, especialmente en esta semana tan gris que llevamos aquí.
ResponderEliminarCamarero!!!
ResponderEliminarDos de pastelito rico y una de bollos de la Sra Noema!!!
guauuuuuu! me encantan!!
besitos
Diossssssss me encantaaaaaa!!!! qué pintaza, qué delicia!!!!! esta te la copio (de hecho lo primero que he hecho ha sido dar al botón para descargarla...antes de comentar ni na, ahora está a salvo en mi pendrive)me gustan mucho las recetas con semillas de amapola (será por el efecto relajante???), gracias por esta estupenda receta, te ha quedado precioso!!! (bueno, preciosos que he visto que también lo has hecho en plan enrollado)Besotes!!!!
ResponderEliminarHola Noema,
ResponderEliminarLa verdad es que el tema cocina me pilla un poco despistada pero sí he tenido oportunidad de probar las semillas de amapola en un postre, eso sí no pude apreciar muy bien su sabor porque su función era más bien decorativa. Puede que algún día me atreva con tu receta, tiene que estar buenísima.
Saluditos
Noema,
ResponderEliminarMe encantan tu pastel de semillas de amapola. Por cierto, has cambiado la imagen de tu blog ¿verdad?. ¡Que bonito!
Como siempre súper-didáctica... ¡es una gozada pasarse por aquí!
ResponderEliminarVaya pinta, maja...
Que buena pinta.Yo aun no he probado las semillas de amapola.Precisamente el dia que hice una receta de un pastel de verduras que lo llevaba, quise usar las semillas que me trajiste tu de Estambul, entre otras especias, y había pasado tanto tiempo que estaban caducadas.Que pena¡.A ver si un día me topo con ellas y vuelvo a intentarlo.
ResponderEliminarComo siempre es un placer viajar por las cocinas del mundo contigo, y aprender nuevas recetas, y en este caso como vemos que con toda seguridad Zerogluten la adaptará a nuestro mundo sin gluten, pues mejor aún.
ResponderEliminarBesotes,
Ana y Víctor.
Yo soy ssssssssssuperfan del Makowiec, no hace mucho hice el último, llevé un poco a la ofi, y a una compañera rusa casi se le saltan las lágrimas, porque le recordaba a su abuela. Me pasó la receta la madre de una amiga polaca...curiosamente, ante la imposibilidad comunicativa (y mira que hablo idiomas), nos comunicamos en latín para mejorar mi makowiec!!!!! unbelievable.
ResponderEliminarEl makowiec que hago yo (el enrollado), va sólo con fermentación primaria, no se le deja crecer una segunda vez, porque esto agranda mucho la masa blanca entre la pasta negra (nosésimesplico). En Eslovaquia, para los forofos del Makowiec, tienen los pirovske (una especie de rollos fritos), los más populares son el de queso brinza y el ruské pirovske, que va relleno de amapola!! Los hacen en una especie de despachos como antiguas churrerías, pero salen directamente por una bandeja, como si fuera una gran máquina expendedora, tiene su aquel, si vas por Eslovaquia no te lo pierdas :) Mak, mak, mak, mak, mak.
Que rico pastel. Suelo ocupar muchas amapolas en repostería, mi familia las consume mucho, quedan fantásticas, exquisitas.
ResponderEliminarGuardaré tu receta, se ve deliciosa.
Besos
Gracias, seguiremos intentando ;)
ResponderEliminarArantza, Nanaimo bars, una vez probé con una receta de cocina escocesa y viendo las fotos del enlace creo que era exactamente eso, era como un Snickers gigante y en bandeja, ñam, ñam. Gracias por el enlace.
ResponderEliminarCRIS, ya me he enterado que lleváis una semana gris, ahora que a nosotros nos ha llegado no la primavera sino el verano! (ya llegará Paco con las rebajas). Como dije, es muy fácil así que pruébalos.
Ivana, ¡marchando!
Salvia, pues será por el efecto relajante :-D Me alegra que te guste!
Una mosca en la luna, ¿despistada en cocina? ¡eso tiene solución mujer! :-D
Marilu, sip, me he puesto primaveral, ahora que por fin vemos el sol (y además calienta y todo)
natalika, esto de didáctica me está empezando a preocupar, ¿tendré que ir al sicoanalista?
Isa, jo maja, sí que tenían que estar pasadas, sí ¿cuándo fue eso? Jeje
Ana y Víctor, creo que tiene una adaptación sencilla, vamos a ver qué se puede hacer :)
Ibán, no podía ser de otra manera, de hecho me acordé de ti con el Makowiec... ¿a quién conozco yo con gran afición por la cocina polaca...? A este tampoco se le deja crecer una segunda vez, o me estoy perdiendo algo? oh, gurú de las masas!
Pirovske... queda grabado en mi memoria dura.
Kako, me alegra que te guste!
Bardamu, a mandar, ¿nos vas a poner alguna vez uno de esos intentos en el blog? ;-D
¡Muchas gracias por pasaros por aquí!
Me encantan las semillas de amapola, las uso bastante en mi cocina, pero nunca habia visto un pastel con tantas juntas!
ResponderEliminarDebe ser un gran placer al masticarlo, crujiente, mmm. ¡Quiero un trozo!
sol, es un placer masticarlo, sobre todo porque las semillas se quedan después por todos los dientes, jeje.
ResponderEliminarSi las utilizas, prueba un día con un relleno de este tipo, ya verás qué sorpresa :-D