Otras veces, tenemos unas ganas tremendas de volver a lo que conocemos, a la tierra natal, para lo que sí podemos usar en castellano la bonita palabra morriña, del gallego morrinha.
En estos casos los sabores conocidos nos acercan un poco a nuestra tierra natal, a La Tierruca en mi caso. Así que para calmar un poco esa morriña positiva que aparece de vez en cuando, el remedio está en un plato consistente como suelen ser los de La Montaña, como el Solomillo de ternera al queso Picón.
En la comarca de Liébana, la más occidental de Cantabria y enclavada en los Picos de Europa, se elabora este queso con denominación de origen Picón Bejes-Tresviso. Es un queso azul, muy cremoso y ligeramente picante. Si queréis leer un poco más sobre su elaboración, podéis visitar este enlace.
Aquí no he conseguido queso Picón ¡hm! así que lo he sustituido por un queso azul, convirtiendo la receta en una especie de homenaje a este plato con los recursos existentes. Lo que sí tenía todavía era un buen pan que quise implementar en la receta.
Solomillo de ternera al queso Picón
4 medallones de solomillo
125 gr. de queso Picón
1 dl de aceite de oliva
1 dl de vino blanco
1 dl de nata líquida
sal y pimienta
Preparación
Cortar el queso en tacos y ponerlo en una sartén con el vino blanco a fuego suave. Echar la nata líquida y cocer hasta que la salsa esté bien ligada, y añadir finalmente pimienta recién molida. Calentar el aceite en una sartén y freír la carne vuelta y vuelta. Salpimentar. Disponer la carne en un plato llano y servir con la salsa muy caliente. La carne queda mucho más tierna si se saca unas horas antes de la nevera hasta que esté a temperatura ambiente antes de freír.
El montadito de solomillo al queso Picón, entre dos rebanadas de pan, es una tapa muy popular en los bares de Cantabria.
Me encanta la palabra Fernweh, simplemente me encanta.
ResponderEliminarY el solomillo tiene una pinta... creo que voy a adelantar la hora de la cena...
¡Besos!
A ti lo que te pasa es que "la murria preta con juerza el tu corazón" :)
ResponderEliminarCon glárimas enos ojos a la mi tierra digo adiós
Piru marchar yo no quiero
Altas coteras, cielu gris; vuhotros seis los testigos
No soi pa gritar abora esti dolor qu’en mi surdió
La cudicia d’unos pocos
Cumu al miruellu ena jaula el juturu arrobó
La murria preta con juerza el mi corazón q’aquí medró
Adiós Cantabria adiós
Adiós Cantabria adiós
Verdi pais la tierruca
Lluevi y lluevi sobre nos
Quiciás la frutuna ría n’otru lugar lejos d’acá
Nacer muchas vecis más
Jasta que jalle l’abrazu d’otros ojos d’otra mar
Simpri soñarás nel día de la güelta a la tu casa
Onqui estés muertu vindrás
Y naidi ti podrá quitar de vivir nesti lugar
Adiós Cantabria (Luétiga, del disco Nel el Vieju, un monumento a Cantabria)
Mucha Tierruca, la Tierruca. Un cántabro de adopción.
Hola,
ResponderEliminarTe leo aunque no comento, todavía me cuesta un poco (0; Pero hoy no me he podido resistir a la morriña positiva de La Tierruca, que también es la mía. Mi "sabor morriña" suele ser dulce y es la quesada, aunque este solomillo tiene muy buena pinta.
Y qué bonito el Fernweh...
Un beso
Marona, sí, creo que es una de las palabras más populares que hay en alemán entre hablantes no nativos. Tengo un libro que se hizo sobre las palabras más bonitas de la lengua alemana enviadas por la gente y ésta sale un montón de veces. Si te interesa, el libro se llama Das schönste deutsche Wort, no sólo había que enviar una palabra sino explicar porqué era la favorita.
ResponderEliminar¡¡¡Ibán!!! ¡GRACIAS!
Ch, pues lee, lee, pero también puedes comentar cuando quieras, que me hará mucha ilusión! ¿Has visto esto esto ? :-D
Besos
Yo también tengo parte de mi corazón en Cantabria (Valles de Soba y de Asón). Cuando iba los fines de semana compraba allí la carne, porque ni en las mejores ni más caras carnicerías de Madrid encontraba algo parecido.
ResponderEliminarViva la Tierruca, su gente y sus sabores!!!
Me has hecho acordarme de cuando vivía en España (bueno, en España y en la península, a veces se me olvida que Canarias también es España!) durante muchos años, celebraba el comienzo del año con una ascensión en Picos. Solíamos ir a una posada en Cahecho, La Torcaz, y el uno de enero nos subíamos a la cabaña Verónica....Y cuando el asunto de "las vacas locas" dejamos de comer carne, pero la mujer de la posada preparaba unos filetes que pa'qué....y le preguntamos que de donde era la carne, y nos dijo "pues de estas vacas que pastan aquí al lado, estás locas no están, seguro", así que nos tomamos un solomillo que la verdad, ¡nos supo de maravilla!
ResponderEliminarY otro año subimos, a pie, a Tresviso, sólo para comprar un queso....que bonita es tu tierruca.
un beso.
Querida Noema,aqui estoy intentando decirte que me encanta tu bloc,y que has despertado en mi deseos de cocinar cosas ricas como las que tu haces,un abrazo.
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