Hace poco descubrí un estupendo blog, Hecho en mi cocina o HEMC, donde cada mes se organiza un "evento culinario" y los blogueros se dedican a cocinar como locos en torno a un tema mensual para enviar después los platos que han creado. ¡Yo también quiero! me dije, así que me puse a ello y aquí va...
...mi primera contribución al HEMC #17
TRUFAS DE QUESO Y FRUTOS SECOS
TRUFAS DE QUESO Y FRUTOS SECOS
Trufas de queso y frutos secos
150 g de Gouda curado o similar
150 g picón de Tresviso o queso azul
500 g queso fresco (tipo Philadelphia)
2 cucharadas de aceto balsámico
1 cucharada de un vino dulce
80 g de pistachos pelados
80 g de nueces peladas
80 g de avellanas peladas
otros frutos secos al gusto,
también higos secos, dátiles, pasas, etc.
Para obtener las dos bases principales de queso, por un lado se ralla muy fino el queso Gouda y en otro recipiente se aplasta el queso picón con un tenedor. Después se añade por separado la mitad del queso fresco a cada una de las bases. Si no se encuentra queso Picón de Cantabria se puede utilizar otro tipo de queso azul como Cabrales o Roquefort.
Las mezclas de queso se pueden aliñar a gusto con vinagre de Módena o vino dulce. Mi vino dulce preferido es un Tostadillo de Potes, pero igual que con el queso, si no se encuentra puede utilizarse otro vino del estilo, como un Oporto, ya que es difícil encrontrarlo fuera de la región. Una vez que las bases de queso estén al gusto, se van haciendo con una cucharilla bolas del tamaño de un bombón que se rebozan en los frutos secos previamente molidos y dispuestos en recipientes diferentes. La elaboración de diferentes trufas depende ahora sólo de vuestra imaginación y preferencias. A mí me gusta especialmente combinar la nuez con el queso picón. También se pueden hacer versiones del los Ferrero Rocher rellenando las bolas con una avellana en el centro. A los higos, los dátiles y las pasas se les hace un corte transversal que se rellena con masa de queso al gusto. Como veréis las posibilidades no tienen límite.
Las trufas pueden servirse como aperitivo en grandes bandejas o como tabla de quesos después de las comidas. Para la opción de tabla de quesos he añadido un queso de cabra fresco fuerte con miel caramelizada al ajonjolí cuya receta amplío aquí:
Queso de cabra con miel caramelizada al ajonjolí sobre galleta de nuez
50 g de miel
75 g de azúcar
75 ml de agua
2 cucharilla de semillas de sésamo o ajonjolí
250 g queso fresco de cabra
(Para la galleta)
50 g azúcar glasé
50 g de harina
50 g de mantequilla
50 g de claras
25 g de nuez molida
Para hacer la galleta precalentamos el horno a 200ºC, ablandamos la mantequilla con los dedos y la mezclamos con el azúcar glasé, la harina, las claras (de una en una) y la nuez molida. Ponemos pequeñas galletas sobre una placa con papel antiadherente y las horneamos.
Para hacer el caramelizado se pone a calentar en una cazuela pequeña la miel, el azúcar y el agua. Se calienta a fuego lento durante 15-20 minutos hasta que tome un color suave. Antes de retirar del fuego se añaden las semillas de sésamo que se mezclan bien.
Se retira del fuego y se vierte con cuidado el caramelo sobre un papel antiadherente para horno. Después se coloca otra capa de papel antiadherente sobre el caramelo y se extiende uniformemente con el rodillo de cocina para obtener una capa fina de caramelo que tenemos que dejar enfriar hasta que endurezca.
Cuando el caramelo ha endurecido, montamos el plato colocando la galleta, un trozo de caramelo que hemos roto de forma irregular, encima una porción del queso de cabra y finalmente otro recorte de la miel caramelizada. Como en el plato anterior, aquí cada uno que elija cómo montar el plato. A mí me quedó así:
Este plato es mi primera contribución al evento gastronómico HEMC #17 que este mes tiene como protagonista a los frutos secos.