martes, 21 de octubre de 2008
Tarta del bien y del mal
miércoles, 15 de octubre de 2008
Liebe geht durch den Magen...
Así que aquí va un poco de amor (que me he permitido tomar de aquí), aliñado con cariño traído desde aquí. ¡Uy, qué romántica estoy hoy!
2 boniatos - 2 calabacines - 2 peras - 200 ml de crema agria (crème fraîche) o nata - 1 diente de ajo - 100 g de queso rallado (yo he mezclado Emmental y feta) - hierbas aromáticas (tomillo, romero) - nuez moscada - sal & pimienta
Preparación
Pelar los boniatos, hervirlos 10 minutos al vapor y dejar que enfríen antes de cortarlos en rodajas. Precalentar el horno a 210°C. En una fuente de horno ligeramente engrasada con mantequilla colocar rodajas de boniato, calabacín y pera, y aliñar con un buen chorro de aceite de oliva. Calentar aparte la crema, sin que llegue a hervir, con el diente de ajo machacado, las hierbas, la nuez moscada y salpimentar. Cubrir la fuente con la crema y espolvorear con el queso rallado. Hornear durante unos 45 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
lunes, 13 de octubre de 2008
Hace eso de un año...
domingo, 5 de octubre de 2008
Sabor de otoño
En Alemania el otoño no sabe a otoño hasta que llegan el federweisser y los pasteles de cebolla. Creo que me podría alimentar todo el otoño... y parte del invierno a base de estas dos cosas.
Tarta de cebolla a la alsaciana (Flammkuchen)
(Ingredientes para tres personas, o dos con buen apetito, salen casi tres bandejas de horno. Al ser la masa muy fina, las porciones parecen más grandes de lo que son.)
500 g de harina - 21 g de levadura fresca - 300 ml de agua - 300 g de panceta - 2 cebollas grandes - dos dientes de ajo - 400 g de crema fresca (crème fraîche) - sal - nuez moscada y pimienta - cebollino o perejil
Elaboración
Diluir la levadura fresca en un poco de agua templada para activarla. Añadir a la harina tamizada la levadura con el resto del agua y un poco de sal, y amasar bien. Dejar reposar en un lugar templado durante al menos 30 minutos hasta que la masa haya doblado su tamaño. Mientras tanto cortar las cebollas en aros y la panceta en tiras finas. Machacar un ajo y mezclarlo con la crema, añadir nuez moscada, pimienta y un poco de cebollino o perejil picado (yo también añadí una cucharada de queso Emmental rallado). Normalmente no hace falta añadir sal a la crema ya que la panceta suele ser muy salada. Cuando la masa esté lista, dividirla en tres partes iguales y extender con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta obtener una base muy fina que colocaremos sobre una bandeja de horno. Extender una capa de la crema agria, y repartir los aros de cebolla y las tiras de panceta por encima. Introducir en el horno precalentado al máximo (el mío 250 ºC) y dejar unos 10 ó 15 minutos controlando que no se queme. Sacar del horno y servir inmediatamente.
viernes, 3 de octubre de 2008
Día de la Unidad Alemana
Diecinueve años después de la Caída del Muro pocas huellas palpables quedan ya de lo que fueron las dos alemanias. Uno de los productos más conocidos de la antigua Alemania del Este, la figura del hombrecillo representado en los semáforos del Este o Ampelmänchen, que gracias a un gran marketing se ha convertido en elemento de culto y típico souvenir turístico de la ciudad, tampoco es exclusivo ya del Berlín Oriental. Hoy puede encontrarse al simpático hombrecillo en los semáforos para pasos de peatones de toda la ciudad, especialmente desde que el Ayuntamiento decidió hace un par de años ir reemplazando poco a poco todos los semáforos viejos por nuevos y modernos semáforos, eso sí, al estilo del Este. En un primer momento, y con el objetivo casi maniático de unificar estéticamente las dos zonas, el Gobierno Regional de Berlín había querido eliminar todos los hombrecillos del Este. Sin embargo, gracias al levantamiento popular en pro de los hombrecillos de la RDA, que llegó a ser secundado solidariamente hasta por algunas ciudades del Oeste de Alemania, tuvieron que desistir de la idea.
Como ejemplo del significado que estas figurillas tienen en la cultura popular he encontrado hoy un cartel publicitario con el que el periódico sensacionalista de más tirada en Alemania, el Bild-Zeitung, anuncia su edición especial para el Día de la Unidad.
miércoles, 1 de octubre de 2008
Dos ingredientes
La salsa de pescado se obtiene fermentando pescado, a veces hasta un año (y así es el olor que desprende), de hecho estuve considerando seriamente si echaba o no la salsa a la sopa después de abrir el bote y acercarlo a la nariz. La salsa de pescado se utiliza como condimento en la mayoría de platos vietnamitas o como salsa dip. El olor, que más que a pescado me recordó a un queso azul tremendamente fuerte, le da sin embargo un sabor agradable que no tiene nada que ver con el olor.
una pechuga de pollo - un puñado de semillas de loto secas - una cucharada de salsa de pescado - 1 cebolla mediana - sal, pimienta y hierbas frescas (albahaca tailandesa y perejil)
Preparación
Poner a cocer las semillas de loto, que habremos dejado en remojo la noche anterior, durante 30 minutos. Durante este tiempo cortar las pechugas de pollo en trozos pequeños y poner a marinar con la salsa de pescado, sal y pimienta negra molida. Cuando las semillas de loto estén tiernas, poner a calentar un poco de aceite en una cazuela y freír a fuego fuerte la cebolla picada en trozos grandes y el pollo hasta que esté dorado. Añadir las semillas de loto con el agua de cocción lo justo hasta cubrir los ingredientes. Cocer a fuego lento durante unos 20 minutos. Probar y sazonar si fuera necesario. Servir con las hierbas frescas.