miércoles, 31 de marzo de 2010

Huevos "sorpresa" de Pascua

A esta alturas todo el mundo conoce la costumbre centroeuropea de colorear huevos por Pascua. Como anécdota mencionar que desde principios de marzo es casi una odisea encontrar huevos blancos en el supermercado (mejores para teñir o colorear) y, cuanto más se acercan las fiestas, incluso encontrar cualquier tipo de huevo. Además, es la época del año en la que la demanda de los de cáscara blanca supera con creces a los pardos que, sin razón, tienden a asociarse con huevos más sanos, ecológicos, etc.

Otros años ya he ilustrado los resultados más variopintos que hay, desde los trabajados huevos sorbios hasta los de una servidora novata.

Easter

Esta Pascua quería algo más sencillo, eso sí, con sorpresa. Los de la foto de arriba son huevos de pato que compré en mi super asiático de confianza (cómo mola este calificativo ¿eh?) y ha sido la primera vez que la amable, y siempre discreta dependienta me ha preguntado si estaba segura de lo que estaba comprando. No os penséis, no es nada horroroso, se trata simplemente de huevos centenarios.

Century Egg
Century Egg

El huevo centenario, a veces conocido también como huevo milenario, se considera una exquisitez en China. Su elaboración consiste en preservar el huevo crudo en cal viva, arcilla, cenizas y diversos minerales durante varias semanas o meses. El resultado es un huevo muy similar al cocido con una clara de consistencia gelatinosa pero firme y una yema de gris a verdosa. El olor es quizás lo más característico, a mí me recuerda a un queso Brie maduro (esto es mejor que describirlo como huevo podrido, que es lo que es) y el sabor... menos exótico de lo que pueda parecer, similar a un huevo cocido salado con un toque a Brie, con ese aroma característico a amoníaco.

Century Egg

En principio nada desagradable y hasta delicado pero, seré sincera, a mí me sigue costando bastante superar esa percepción visual. Curioso como los sentidos y las asociaciones nos la juegan.

Se sirve generalmente como aperitivo. Por ejemplo, con tofu sedoso, jengibre encurtido y salsa de soja.

Creo que mi buen amigo A., que esta semana nos visita en Berlín, no me va a perdonar nunca lo del huevo podrido.

viernes, 26 de marzo de 2010

Puntualidad germana

Este año la naturaleza en Alemania ha respondido a la perfección al trillado estereotipo sobre puntualidad germana. Apenas alcanzado el 21 de marzo la primavera ha llegado a este rincón del hemisferio norte de la mismísima forma en la que la describen los libros de texto.

Spring

Esas fresas estaban hace un mes bajo una manta de nieve que, supongo, las ha abrigado durante el invierno. En fin, debe de ser la edad, pero estas cosas de la naturaleza cada vez me dejan más impresionada. Así que para celebrar el equinoccio, tulipanes y tarta. De queso y chocolate. Una de las tartas clásicas en la repostería alemana, el Russischer Zupfkuchen, cuyo calificativo parece indicar un origen ruso, aunque no he encontrado hasta ahora ninguna referencia fidedigna al respecto. Lo que sí parece más claro es el nombre "Zupfkuchen", "zupfen" es en alemán, entre otras cosas, algo así como tirar de algo, cortar trozos a pellizcos, que es como se obtienen las manchas que caracterizan esta tarta. Pero me dejo de historias y palabrotas y paso a la receta.

Russischer Zupfkuchen

Ingredientes
Para la masa:
200 g de harina
125 g de azúcar
100 g de mantequilla
25 g de cacao en polvo (sin azúcar)
1 huevo
1/2 cucharilla de levadura en polvo

Para el relleno:
500 g de quark desnatado
120 g de mantequilla
120 g de azúcar avainillado casero (azúcar aromatizado con una vaina de vainilla, es práctico tener un bote preparado, pero si no tenemos, también podemos emplear simplemente azúcar normal y añadir algún aroma)
4 huevos
1 cucharada de zumo de limón
ralladura de 1/2 limón

Elaboración
Mezclamos bien todos los ingredientes de la masa. Cortamos aproximadamente un tercio de la masa y retiramos. Con la otra parte forramos el fondo de un molde redondo de base desmontable y hacemos también un pequeño borde. Precalentamos el horno a 200ºC y empezamos a mezclar los ingredientes para el relleno. Para ello, batimos bien las yemas de los huevos con el azúcar hasta obtener una crema espumosa. Añadimos la mantequilla, el zumo de limón y la ralladura y, por último, el quark. Montamos entonces las claras y las añadimos a la mezcla anterior, mezclándolo todo bien. Rellenamos el molde con la crema de quark. Tomamos ahora el trozo de masa que habíamos guardado, formamos una especie de rodillo y vamos sacando "a pellizcos" trozos que colocamos sobre la crema de quark, procurando que queden flotando "como islas". Horneamos en la rejilla del centro del horno durante aproximadamente 50 minutos. Sacamos y dejamos enfriar. Esta tarta se toma fría, y se conserva bien en la nevera unos días. También congela bien.

Russischer Zupfkuchen

Ver Receta para imprimir · Otra Tarta de queso y chocolate

miércoles, 17 de marzo de 2010

Trendy chicken o pollo a la Bionade

Hoy toca un plato reconfortante y sencillo, de andar por casa, vamos. Pero claro, una se sienta a escribir y piensa (a veces lo hago), "a esto hay que darle un poco más de glamour, que mis lectores esperan más". Así que de un simple guiso de pollo sale un pollo a la última de lo más hip, ¿cómo?

El plato surge de una de esas recetas de pollo a la cerveza que conoceréis, solo que en lugar de cerveza he utilizado Bionade. Si no la conocéis, la Bionade es uno de los refrescos sin alcohol más populares de Alemania, probablemente porque se vende con la imagen de bebida "bio" y saludable. Desde luego, al pollo le ha sentado muy bien, ha tomado un color tostado (como de horas extra en el solárium) que me ha dado que pensar, pero que queda resultón.

Bionade

La Bionade se comercializa en varios sabores poco usuales para refrescos como jengibre y naranja (el que yo he utilizado), lichi, membrillo, hierbas aromáticas o saúco. Nada como pasearse por las calles de la city con una botella de esta bebida en la mano para subir un puesto en la escala "quién-es-el-más-guay".

De que las nueces al pollo le van de maravilla ya quedó constancia aquí.

Ingredientes
4 trozos grandes de pollo (muslos, alas)
2 zanahorias grandes
1 cebolla mediana
150 g de nueces peladas
1 cucharadita de cúrcuma
4-5 dientes de ajo
1 botellín de Bionade (sabor jengibre y naranja)

Elaboración
Limpiamos los trozos de pollo y los pasamos un minuto por la sartén con un poco de aceite caliente, apartamos. Para la salsa necesitamos todos los ingredientes muy picados, las zanahorias, las nueces, la cebolla y los ajos. En una cazuela no muy profunda calentamos un poco de aceite y doramos un par de segundos la cúrcuma. Añadimos los ingredientes anteriores picados, menos las nueces, y rehogamos unos minutos. Finalmente ponemos las nueces, colocamos los trozos de pollo y cubrimos con la Bionade. Tapamos y dejamos a fuego lento unos 30-40 minutos. Si vemos que el líquido no es suficiente (que no cubre el pollo), podemos añadir un poco de agua o caldo.

Chicken à la Bionade

Mientras tanto podemos preparar el cuscús siguiendo las instrucciones del envase. Cuando la carne está hecha la servimos con el cuscús. Si queremos una salsa más espesa, podemos pasar unas cucharadas de la misma por la batidora.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Quién es la mejor cocinera del Reino?

Cuando decía en la entrada anterior lo de hibernar, lo decía completamente en serio. Hoy, todavía desperezándome y quitándome las legañas, asomo la cabeza por la ventana tras los primeros rayos de sol. Para paliar un poco la impaciencia por la llegada de la primavera los lugareños tienen una costumbre que entretiene un poco la espera, desde hoy se puede comprar un poco de primavera en forma de ramos en flor que más tarde se adornarán para la Pascua.

Spring to buy

La sorpresa además ha sido que, recién despertada de este sueño invernal, mi espejito, espejito... me dice que ¡ya no soy la mejor cocinera del Reino! Así que, para demostrar que los tiempos han cambiado y que las madrastras ya no somos tan malvadas como nos pintan, aquí os dejo la receta de mi "hijastra". (Y al contrario que otras, yo no le puse una manzana escondida.)

El bizcocho de Anika

Ingredientes
1 taza de harina
1 taza de azúcar
1 sobre de levadura en polvo
1 taza de agua con gas
1 taza de aceite de girasol
3 huevos
ralladura de medio limón
Opcional: chips de chocolate

Selter-Kuchen

Elaboración
Mezclamos los ingredientes secos y luego los líquidos. Engrasamos un molde de bizcocho con unas gotas de aceite que extendemos bien y espolvoreamos un poco de pan rallado. Horneamos en horno precalentado a 180º C durante aproximadamente 45-60 minutos. Si la superficie se dora muy rápido podemos cubrir el bizcocho con una lámina de papel de aluminio, procurando no abrir el horno durante los primeros 30 minutos. Antes de sacar comprobamos que está hecho introduciendo una aguja larga que debe salir limpia. Et voilà!
Una vez fuera del horno lo dejamos enfriar unos minutos en el molde y después lo sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Guten Appetit!


Selter-Kuchen