jueves, 1 de agosto de 2013

Tarta helada de melón y yogur

Este julio han tocado un par de semanas en pleno campo sajón. Como ya os conté hace tiempo aquí, para esta gente la hora del café es sagrada. Y como no hay café sin tarta, aquí la que firma, en pos de integrarse lo máximo con el entorno y facilitar en lo posible el entendimiento entre los pueblos, se sacrifica lo que haya que sacrificarse. Vamos, que si les gustan las tartas, por ahí no me van a pillar. Menos mal que encontré una tarta fresca y bien fría en esta revista (que tiene dicho sea de paso unas tartas de escándalo), porque con la caló que está haciendo por estos lares, no estaba el horno para tartas.

¡Buen agosto a los que todavía andéis por ahí!



Ingredientes

Para el bizcocho
100 g azúcar
80 g harina
3 huevos

Para el relleno
300 g yogur natural cremoso
150 g nata
1 melón pequeño tipo Galia
70 g azúcar
8 láminas de gelatina
ralladura y zumo de un limón

Decoración
1 trozo de sandía, 2 kiwis

Elaboración
El bizcocho: Precalentamos el horno a 175 °C. Batimos los huevos con el azúcar unos cinco minutos hasta obtener una mezcla espumosa. Entonces tamizamos la harina encima uniéndola con movimientos envolventes. Engrasamos un molde de fondo desmontable (de unos 22 cm de diámetro), vertemos la mezcla y horneamos unos 30 minutos. Sacamos y dejamos enfriar.


El relleno: Ablandamos durante 5-8 minutos las hojas de gelatina en agua fría (o según indique el paquete). Partimos el melón Galia por la mitad y con un sacabolas o cuchara parisina (o una cucharilla pequeña en su defecto) sacamos el mayor número de bolas de melón posibles, que reservamos para más tarde. Aprovechamos los restos de fruta del melón, que trituramos con el azúcar, la ralladura y el zumo del limón. Sacamos las láminas de gelatina del agua, las escurrimos bien y las derretimos en un cazo a fuego medio sin que llegue a hervir. Añadimos dos cucharadas del puré de melón y removemos bien. Añadimos después al resto del puré e incorporamos el yogur. Metemos en la nevera a enfriar durante media hora aproximadamente, hasta que la mezcla empiece a gelificar. Durante este tiempo montamos la nata que añadiremos finalmente a la mezcla de yogur.

Cortamos el bizcocho por la mitad, en horizontal, y colocamos la base dentro de un aro para tartas (o un molde redondo sin la base desmontable si no tenemos un aro especial). Colocamos encima la mitad de las bolas de melón que habíamos reservado. Cubrimos con la mitad de la crema de yogur. Colocamos la mitad superior del bizcocho y cubrimos con el resto de la crema alisando la superficie. Cubrimos el molde con papel transparente y lo metemos en la nevera a enfriar unas dos horas. Una hora antes de servir la tarta, la metemos en el congelador.

El acabado: Con la cuchara parisina sacamos bolas del resto de las frutas (sandía, kiwis) con los que decoraremos la tarta antes de servir.


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