domingo, 27 de noviembre de 2011

No hay dos sin tres... y calendarios menos

Si alguien pensaba que este año se iba a librar del calendario de adviento porque este blog se ha pasado los últimos meses rodando por el mundo, se equivocaba.

El Calendario de Adviento 2011 ya está listo y el próximo 1 de diciembre podréis empezar a abrir las ventanas. ¿Qué habrá este año detrás de cada una?

¿Que no sabéis de qué va esto? Podéis leer un poco sobre la tradición aquí o visitar los calendarios que organizamos en el 2010 y en el 2009. Y si además os apetece anunciar el evento en vuestro sitio, podéis utilizar la siguiente imagen. Solo tenéis que copiar y pegar en vuestra página el código que aparece a continuación.

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Además, y como el año pasado, el calendario va a ser también un juego. El último día, el día 24, aparecerán publicadas unas preguntas relacionadas con algunas de las historias presentadas durante el mes. Entre todas las respuestas correctas se sorteará un pequeño regalo que me comprometo a enviar a cualquier lugar del mundo (que tenga servicio de correo postal, se entiende ;-)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El día D: Dim Sum

Desde que supe que iba a venir a Hong Kong no he podido pensar en otra cosa: dim sum. Un viejo amigo de Santander que ahora vive aquí y su mujer hongkonesa me citaron el domingo por la mañana temprano para ir de yum cha. Podría decirse que, en Hong Kong, salir los domingos a tomar dim sum, normalmente con la familia, es como quedar en España los fines de semana para ir de tapas. Es más que nada una cuestión social que se acompaña con un aperitivo y mucho ajetreo. Entre semana puede ser algo más tranquilo y normalmente se ve a abuelos y abuelas desayunando y pasando las mañanas y mediodías, pero nunca la cena.

Dim Sum

El dim sum se toma en salones de té, de hecho, esta es la única bebida que debe acompañarlo. La elección del té es ya una de las cosas más importantes. Con una historia que vuelve a recordar en parte a la de las tapas, los salones de té no servían en un principio comida, sino que empezaron a hacerlo en algún momento  posterior para acompañar el té.

Dim Sum

Me explicaron que, antiguamente, las señoras que sacan la comida de la cocina llevaban bandejas grandes colgadas al cuello, pero ahora han sido sustituidas por carritos. Sobre estos se apilan los cestos con comida preparada generalmente al vapor. Cada carro que sale de la cocina lleva un tipo de plato diferente. En los restaurante tradicionales no hay carta por lo que hay que estar pendiente para hacerse con un cesto de lo que se quiere. El sitio al que fuimos estaba tan lleno que prácticamente había que correr detrás de las señoras y hacerse un hueco para conseguir un cesto porque en cuanto salían de la cocina la gente se les echaba encima. Era divertido ver como siempre había un grupo de gente moviéndose por la sala en torno al vapor de la comida.

Dim Sum

Ahora que he visto cómo funciona, creo que me atrevería a ir sola, pero la verdad es que fue muy práctico ir acompañada, sobre todo porque me explicaron cada uno de los platos que probamos. Todo buenísimo, patas de pollo incluidas ;-)

Fue muy entretenido observar a las familias y grupos de amigos comiendo juntos, a los turistas japoneses intentando descifrar los platos con un libro de fotos, o ver minirituales, como la forma de lavar los tazones en agua caliente o en la primera infusión del té, o cómo la mujer de mi amigo cortaba el bizcocho esponjoso ayudándose solo con los palillos, ¡qué dominio!

Los platos que probamos (y que espero recordar bien) son los siguientes (empezando por la primera foto a la derecha): salpicado de costillas de cerdo, pastel de nabo, patas de pollo, rollitos de piel de soja rellenos de taro y patas de pato, dumplings, rollitos de col, patas de pato, bollos bao al vapor rellenos de salchichas, bizcocho esponjoso y rollos de masa de arroz al vapor rellenos de carne de cerdo.

Dim Sum
Dim Sum
Dim Sum
Dim Sum
Dim Sum

Como los restaurantes tradicionales no tienen menú, al tomar los platos, la señora que empuja el carrito correspondiente te sella la tarjeta con el plato y el tamaño y con ella se paga en caja al salir.

Dim Sum

Todavía tengo un par de cosas sueltas del viaje, lugares de los que no hablé, comidas, y más que iré poniendo en algún momento. Pero por ahora toca volver, así que colorín colorado, este viaje se ha acabado.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Postal a casa

Querida familia y amigos:
Os escribo esta postal desde la última parada en mi viaje. Salí de Australia el jueves pasado y, como ya sabéis por la última entrada, me he permitido hacer una breve escala en Hong Kong, básicamente para comer, todo hay que decirlo. Es la primera vez que visito esta parte del continente asiático y desde que me bajé del avión estoy en un estado de fascinación continuo.

Boat

Creo que Hong Kong es una ciudad muy fácil para el principiante como yo que se inicia en Asia: señales, indicaciones, nombres de calles, la mayoría de los menús en restaurantes, etc. están escritos en inglés, además de en cantonés. El transporte público es de una eficiencia excepcional y facilísimo de usar. Los hongkoneses son  educados y pacientes con el forastero, suelen hablar inglés y todo está muy bien organizado.

People of Hong Kong
HK Skyline

Y los mercados... bueno, los mercados son ya tema aparte...

Dried Food Market
Dried Food Market
Dried Food Market

Tengo pendientes un par de comidas memorables en HK. Hasta entonces, si os ha entrado la curiosidad,  podéis ir viendo más fotos en el álbum hongkonés.

viernes, 18 de noviembre de 2011

El desayuno

Hoy he salido a desayunar fuera. Al llegar al sitio que me habían recomendado he bajado las escaleras que llevaban al semisótano del edificio sin saber muy bien qué me iba a encontrar. Después de pasar por las puertas de cristal con letras rojas indescifrables para mí he llegado hasta la cajera quien, sentada sobre un pedestal de esos de cafetería antigua, me ha indicado con un gesto que podía sentarme donde quisiera. He examinado unos minutos el menú, aunque no ha sido difícil elegir entre las diez opciones que tenía. Imitando lo que he observado en otros clientes, he levantado la mano como en la escuela para llamar la atención del camarero. Cuando se ha pasado por mi mesa le he señalado con el dedo mi elección.

Mientras espero a que llegue mi desayuno, observo a la clientela. Una mezcla que supongo serán empleados de las oficinas de los rascacielos contiguos, algún que otro jubilado y un par de grupos de estudiantes. Pero esto es solo una suposición. Menos los grupos de estudiantes, ocupados con sus teléfonos inteligentes, el resto de clientes parece estar ensimismado en sus periódicos o dormitando todavía, es bastante pronto. Repartidores con carretillas llenas de cajas tambaleantes entran y salen de la cocina. Los camareros se mueven con agilidad entre las mesas y van dejando platos y bebidas sin llegar a pararse. Suenan cubiertos y vajillas y, de fondo, el zumbido del aire acondicionado y una televisión a la que nadie presta atención.

Durante un momento, un par de ojos furtivos miran a la única persona de aspecto no asiático del local que se dispone a fotografiar el plato que tiene delante. Ha llegado mi desayuno. En ese momento pienso que es el mismo ajetreo que podría haber en cualquier cafetería de España a la hora de los desayunos. Solo que no estoy en España, estoy en Hong Kong.

Hong Kong

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La obsesión australiana por la comida

Si habéis estado en Norteamérica, conoceréis la gran calidad y, sobre todo, variedad de revistas sobre comida y gastronomía que existen. Bueno, pues multiplicadlo por dos y os estaréis acercando a la oferta que existe en Australia. Anonadada estaba el otro día escaneando revistas en una "agencia de noticias" (newsagency), como llaman aquí a los quioscos de prensa, cuando en la portada de la Gourmet Traveler me llamó la atención un título "El tren en España: el viaje en tren más selecto de Europa". Las lágrimas se me saltaron al abrir la revista por el artículo en cuestión y encontrarme con fotos de La Tierruca, entre otras. (El enlace al artículo online aquí.)

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En estas cinco semanas que he pasado en Australia he llegado a una conclusión: los australianos son unos obsesos de la comida. Francamente, con la calidad de los productos que tienen, no me extraña nada.

Durante las horas de mayor audiencia las televisiones emiten programas de cocina. Como el Australian Junior Masterchef, la versión del concurso de televisión que se emite en muchos países en el que los participantes demuestran sus dotes culinarias, con la única diferencia de que los concursantes de la versión junior son niños de 8 a 12 años. Así que parece que esa obsesión por la comida la adquieren ya de muy jóvenes. Pero no os creáis que los jóvenes participantes se dedican a hacer la retahíla clásica de recetas para niños, no. Con la boca abierta me quedé la primera vez que lo vi. Juzgad vosotros mismos.


Muchos de los cocineros o pasteleros de moda han participado o colaborado en este concurso de televisión. Como el pastelero Adriano Zumbo que parecer ser sinónimo en Australia de los populares macarons. La verdad es que sus creaciones son todo un arte.

Adriano Zumbo

Como no podía ser de otra manera, la increíble mezcla cultural que existe en Australia, especialmente del continente vecino Asia, está reflejada naturalmente en la cocina. Para cerrar este miniartículo sobre la obsesión australiana por el buen comer os dejo dos muestras de programas de dos cocineros populares en Australia, programas que, personalmente, me parecen muy interesantes y de bastante calidad.

Peter Kuruvita, cocinero nacido en Inglaterra de madre austriaca y padre esrilanqués.


Y Luke Nguyen, nacido en Tailandia, de padres vietnamitas, creció en Sídney adonde sus padres emigraron cuando era pequeño.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Woolloomooloo mola

Sídney tiene un barrio que se llama Woolloomooloo, ¿a que mola? En Woolloomooloo hay además un puesto de perritos calientes donde también sirven pies, esa especie de empanadas rellenas de carne que en Australia forman parte de la cultura gastronómica popular. Los pies de carne son típicos en puestos callejeros, así como imprescindibles a la hora de ver un partido de fútbol australiano. El pie "tigre" de Harry's Cafe de Wheels es decadentemente rico: empanada de guisado de carne coronada con puré de patatas, puré de guisantes y un charco de salsa gravy.

Tiger PieTiger Pie

Al contrario de lo que me imaginaba, muchas más cosas en Australia me recuerdan a Gran Bretaña y no a Estados Unidos. Ya se sabe, ¡prejuicios (y odiosas comparaciones)! Me hubiera bastado tomar un libro de historia para llegar a esa conclusión, está claro. Entre esas cosas están:

1) los pies
2) Marmite contra Vegemite (que ambos juran y perjuran que es diferente)
3) las mujeres con gorros estrambóticos en las carreras de hípica
4) a juzgar por los medios de comunicación: la admiración por la Familia Real Británica
y 5) que en los dos sitios conducen por el lado "incorrecto" de la calle ;-)

Aparte de estas tonterías, otras cosas que me gusta observar:

1) Flora

Roots
Jacaranda
Flannel flowers
Old Man Banksia

2) Fauna

Cockatoo
Tail

...más fauna

People of Australia: The Reader
People of Australia: RunnersPeople of Australia: Sex and The City

3) Arquitectura

Filigree Balcony
Filigree Balcony