Este verano ha sido tan ajetreado que le he dedicado poco tiempo a bloguear, desagradecida yo, porque si el verano ha sido agitado se debe en gran parte al blog y a las estupendas personas a las que me ha acercado. Como ya comenté en su día, lo mejor del viaje a Nueva York fue la escapada a Montreal, donde Arantza y yo pudimos conocernos en carne y hueso (unas con más carne que hueso, pero no desvelaré aquí esa cuestión). Luego llegó un agosto lleno de encuentros y reencuentros, maravillosos días de paseos por la ciudad, cervezas, cafés, tartas, cenas y, sobre todo, estupendas conversaciones con Chole, con Ka, Marona, Paco, Tonicito y un par de M. más ;-)
La cumbre de agosto la aprovechamos para poner a prueba un libro-guía sobre el que hacía tiempo quería hablar aquí. El librillo en cuestión se llama Berlin beißt sich durch (un juego de palabras que viene a decir algo así como "Berlín se abre paso a bocados"). Pero que no cunda el pánico, también tiene una traducción al inglés (Berlin Bites!), por lo que creo que puede ser una recomendación simpática para cualquier foodie o cocinillas aficionado que vaya a pasar por la capital alemana y no domine el idioma de Goethe. El libro en cuestión es una especie de guía con artículos sobre curiosidades culinarias de la capital, como restaurantes peculiares, paseos por calles "gastronómicas", tiendas de cacharros de cocina, celebraciones con productos de temporada o tiendas por nacionalidades y productos de todo el mundo, entre otros temas. En resumen, todo eso que buscamos los locos por el tema cuando visitamos una nueva ciudad.
El futuro visitante que no sepa orientarse todavía por los barrios o zonas de la ciudad necesitará invertir un poco de tiempo para situar en el mapa los lugares reseñados. Pero, ¿no es el tiempo de preparación previo lo más bonito de los viajes? De todas formas, está preparándose ya una nueva versión, que se espera saldrá en 2011, y que estará "mejorada, y no solo actualizada" según palabras de Peter Eichhorn, coautor del libro, que ha sido tan amable de contestar a un correo electrónico en el que le envié las impresiones recogidas sobre el mismo en la pasada cumbre de agosto.
Por ahora el otoño se presenta también agitado, positivamente, pero haré un esfuerzo por asomar la cabecita más a menudo por esta ventana, a la que por cierto he limpiado los cristales y puesto marcos nuevos.