Sopa de patatas, ensalada de papas, hash browns, papa rellena, gratinado de patata, raclette, tortilla de patatas sin huevo y con Speck, patatas al horno, tartiflette, pastel de papas, puré de papas con panceta, papas asadas con panceta... papas "rissolées"... de todas las sugerencias que habéis hecho, a cada cual mejor, me da que esta última (si mis investigaciones por internet han sido precisas), es la que más se acerca al plato que preparé con los ingredientes de la entrada anterior. La solución: Bratkartoffeln o patatas salteadas (Edith, te has ganado un plato de Bratkartoffeln, papas "rissolées" o patatas salteadas la próxima vez que nos veamos, que me da que va a ser muy pronto ;-)
Las patatas salteadas son una de las guarniciones más comunes que existen por estas tierras. Yo, francamente, no sé cómo no las han ascendido ya a categoría de plato patrimonio cultural. Eso sí, al igual que las tortillas de patatas, no hay dos platos de Bratkartoffeln iguales, según quién y cómo las prepare. Yo aprendí a hacerlas de mi mozo. A ver quién adivina ahora cómo consiguió conquistarme... :-D
Ingredientes (para 2 personas)
5-6 patatas medianas
1 cebolla pequeña
1 trozo de panceta ahumada
1 trozo de mantequilla o manteca
medio vaso de agua
una cucharilla de mejorana
Preparación
Pelamos y cortamos las patatas en rodajas gruesas. Picamos la cebolla y la panceta. Derretimos el trozo de mantequilla o manteca, una cucharilla es suficiente (también pueden hacerse con aceite de oliva pero, qué queréis que os diga, le quita el toque centroeuropeo), y salteamos la cebolla y la panceta a fuego fuerte un par de minutos. Es importante una buena sartén antiadherente. Después añadimos las patatas y les damos varias vueltas poco a poco con una espátula de madera, con cuidado de no romperlas, hasta que empiecen a dorarse. Entonces, añadimos el vaso de agua, poca agua, justo el fondo de la sartén sin que llegue a la mitad de las patatas (aquí los puristas se echarán las manos a la cabeza pero me da lo mismo). Tapamos y dejamos hacer a fuego medio hasta que el agua se haya evaporado y las patatas estén blandas. Subimos el fuego y seguimos dando vueltas con cuidado hasta que se doren bien. Finalmente añadimos la mejorana y damos un par de vueltas más. Normalmente no es necesario añadir sal ya que la panceta lleva bastante.
Podemos servir con un huevo frito, como guarnición de algún plato de carne o como plato principal acompañadas de pepinillos encurtidos.
oye, que yo también he acxertado... ¿o no es eso una tortilla de patatas sin huevo y con speck? ;-P jajajaja Por cierto, me encanta el Almdudler de fondo, queda todo muy alpino, jejejeje ;-) ¡Besos!
ResponderEliminarperdón por la palabreja extraña, quería decir "acertado" jajaja
ResponderEliminarJejeje, pero lo tuyo no cuenta que juegas en casa, o casi. A ver quién, si no, sabe que eso es un Almdudler!
ResponderEliminarPero tranqui, que te prometo que también te hago un plato de Bratkartoffeln la próxima vez que nos veamos.
Pero bueno, vuelves y no avisas??????
ResponderEliminarMe encanta verte de nuevo con el delantal puesto y dispuesta a enseñarnos cosas ricas ricas de nombre impronunciable.
Te mando muchos besitos y me alegra mucho tu vuelta, de corazón.
a ver como hago yo para cocinar este plato y seguir siendo vegetariana! jajaja
ResponderEliminarMe encanta el bratkartoffeln genial como guarnición, las pienso hacer ya.
ResponderEliminarbesos
Recuerdo unas vacaciones en Alemania con gran cariño (¡¡Qué gran país!!) donde me encantaba cualquier plato que llevara de acompañamiento las bratkartoffeln, que como tu dices, en cada sitio eran diferentes, pero siempre deliciosas.
ResponderEliminarAprovechamos en esas vacaciones a ir a Salzburgo y allí compré una deliciosa panceta ahumada y curada con enebro y pimienta (además de salchichón de ciervo, de pimienta y demás) que estaba de muerte. Cada vez que preparaba un plato con esta panceta, el sabor era inconfundible. Mmmmmmmmm, qué hambre me está dando ver tus patatas!!!!!!
Besos.
Mar, de los Sabores Perdidos.
Memmmmmmmmmmmmmmmmm... quiero hacerme unas pero ya.
ResponderEliminarjajajajajajaja Ay Noema, qué gracia... Anda que no se puede hacer cosillas con las papas y la panceta. No me extraña que te conquistase tu mozo, si es que por el estómago caemos tod@s, no?
ResponderEliminarUn besote
Noema, qué buena pinta tienen estas Brattkartoffeln....besos & hasta el sábado
ResponderEliminarJe, es gracioso esto de los países "patateros"... los quebequeses también lo son, y mucho. Estas cosillas tan simples a menudo son las más ricas. Oye, siento no haberme pasado por aquí antes, me he perdido unas cuantas entradas estupendas (bonitas fotos!)... pero tengo una gran excusa :-D.
ResponderEliminarPensaba que sería un gratinado pero esto es mejor.
ResponderEliminarUn beso
zer0gluten, mujer, no voy a volver tocando encima las campanas... con discreción, no vamos a exagerar ;-) Me alegra volver a estar por aquí!
ResponderEliminarHeva, sin panceta y listo! Puedes ponerles al final pepinillos encurtidos picados, por aquí es muy típico servirlas con ellos.
Núria, :-)
Mar, es que si además puedes ponerles una panceta como las preparan por aquí, pues como que tienen el toque perfecto!
Vega, oído cocina!
Laube, por algo tienen aquí el dicho "el amor entra por el estómago"...
Amor, un día quedamos para hacer comidillas alemanas?
Arantza, nada, nada, no sé si te voy a perdonar... eh?
Nia, y tanto, aunque a mí un gratinado de patatas también me habría conquistado!
Gracias por pasaros por aquí ;-)