Querida familia y amigos:
Durante mi estancia en Montreal, no podía dejar pasar la oportunidad de acercarme hasta la capital de Canadá, que está a solo dos horas y media por carretera. Así que aquí estoy, pasando unos días en la capi, visitando a una parte de la familia que no veía ¡desde hace tantos años! y aprovechando el tiempo que pasamos juntos para ponernos al día con historias familiares, que a este lado del Atlántico van acompañadas de un trozo de tarta de limón y merengue.
Ottawa me está gustando mucho. Es una ciudad no muy grande que invita a pasearla. Los edificios del Parlamento, puentes, canales, museos...
...y cosas ricas como las colas de castor en el bullicioso mercado ByWard. Las colas de castor son unas tortas de masa frita con diferentes cosas por encima (canela y azúcar, chocolate, etc.), cuya forma recuerda a la extremidad de este animal, de ahí el nombre, no vayáis a pensar... pero, juzgad vosotros mismos en la postal que os envío :-)
Ya he decidido que tengo que volver un invierno. Ya tengo ganas de probar las colas de castor, calientes como las sirven, en uno de los puestos del canal Rideau mientras lo patino de arriba abajo :-)
¡Un saludo desde la capital de Canadá!
Viajar es alimento para el alma es lo que se dice. Y cuando se logra disfrutar de buenas relaciones, tiempo de familia, escenarios mágicos y del buen sabor, cada viaje sea hace exquisito!
ResponderEliminarQue linda postal y que grato saber de tu viaje...las colas de castor están muy simpáticas...creo que lo anotaré por si llego a estar algún día por ahi. Saludos.
Hola Luis, qué rápido con tu comentario, pero claro, ahora estamos en el mismo continente ;-)
ResponderEliminar¡Gracias por venir conmigo de viaje! Un saludo.
Mira ya que no puedo ir al menos con todo lo que nos cuentas me doy un viaje...diferente pero al fin y al cabo esto ya esta en la imaginación de cada uno...ayyyy y despues de este viajecito me pongo a trabajar a ver si entre todos la cosa va a mejor...porque pinta mu muy mal...
ResponderEliminarbeeeesos
que tranquilidad! te veia comiendo las autenticas colas de castor!!
ResponderEliminargracias por contarnos, te sigo!
Querida Noema, me encanta todo lo que cuentas y lo que muestras, pero yo diría que esa tarta de limón es absolutamente perfecta. Queremos que la autora se confiese y pase la receta.
ResponderEliminarDisfruta mucho y aunque te tengamos lejos, tarda en volver, será señal de lo mucho que estás disfrutando.
Besos.
Ya veo Noema que estás curtiendo en fotografía viajera, queremos más desde dónde estés.Siguiéndote.
ResponderEliminarq lindo viaje, unas vacaciones maravillosas!
ResponderEliminarNúria, espero poder compartir al menos una parte de lo que veo. Mujer, la imaginación no nos la para nadie y un día, ya ves, se puede hacer realidad!
ResponderEliminarGloria, jeje, si me las ponen no te creas que, por el blog, a lo mejor hasta las pruebo ;-)
zer0gluten, ups, nos has pillado, es perfecta, sí, te puedo decir dónde la compramos... ¡ejem! Eso sí, la compramos nosotras mismas, ¿eh? Es que en este país hay una pastelería... malo, malo.
CRIS, estoy en ello, no me separo de la cámara e intento hacerlo lo mejor que puedo, todo sea por mis lectores ;-)
juliana, gracias!
Quiero un trozo de esa tarta, qué buena pinta! Traéte la receta...y a seguir disfrutando de lo bueno ;-)
ResponderEliminarMarta, por si te apetece hacer la receta un día de esos oscuros del noviembre berlinés, te la paso del blog de Aratza, mi anfitriona montrealesa ;-)
ResponderEliminarTarta de limón y merengue