Desde que supe que iba a venir a Hong Kong no he podido pensar en otra cosa: dim sum. Un viejo amigo de Santander que ahora vive aquí y su mujer hongkonesa me citaron el domingo por la mañana temprano para ir de yum cha. Podría decirse que, en Hong Kong, salir los domingos a tomar dim sum, normalmente con la familia, es como quedar en España los fines de semana para ir de tapas. Es más que nada una cuestión social que se acompaña con un aperitivo y mucho ajetreo. Entre semana puede ser algo más tranquilo y normalmente se ve a abuelos y abuelas desayunando y pasando las mañanas y mediodías, pero nunca la cena.
El dim sum se toma en salones de té, de hecho, esta es la única bebida que debe acompañarlo. La elección del té es ya una de las cosas más importantes. Con una historia que vuelve a recordar en parte a la de las tapas, los salones de té no servían en un principio comida, sino que empezaron a hacerlo en algún momento posterior para acompañar el té.
Me explicaron que, antiguamente, las señoras que sacan la comida de la cocina llevaban bandejas grandes colgadas al cuello, pero ahora han sido sustituidas por carritos. Sobre estos se apilan los cestos con comida preparada generalmente al vapor. Cada carro que sale de la cocina lleva un tipo de plato diferente. En los restaurante tradicionales no hay carta por lo que hay que estar pendiente para hacerse con un cesto de lo que se quiere. El sitio al que fuimos estaba tan lleno que prácticamente había que correr detrás de las señoras y hacerse un hueco para conseguir un cesto porque en cuanto salían de la cocina la gente se les echaba encima. Era divertido ver como siempre había un grupo de gente moviéndose por la sala en torno al vapor de la comida.
Ahora que he visto cómo funciona, creo que me atrevería a ir sola, pero la verdad es que fue muy práctico ir acompañada, sobre todo porque me explicaron cada uno de los platos que probamos. Todo buenísimo, patas de pollo incluidas ;-)
Fue muy entretenido observar a las familias y grupos de amigos comiendo juntos, a los turistas japoneses intentando descifrar los platos con un libro de fotos, o ver minirituales, como la forma de lavar los tazones en agua caliente o en la primera infusión del té, o cómo la mujer de mi amigo cortaba el bizcocho esponjoso ayudándose solo con los palillos, ¡qué dominio!
Los platos que probamos (y que espero recordar bien) son los siguientes (empezando por la primera foto a la derecha): salpicado de costillas de cerdo, pastel de nabo, patas de pollo, rollitos de piel de soja rellenos de taro y patas de pato, dumplings, rollitos de col, patas de pato, bollos bao al vapor rellenos de salchichas, bizcocho esponjoso y rollos de masa de arroz al vapor rellenos de carne de cerdo.
Como los restaurantes tradicionales no tienen menú, al tomar los platos, la señora que empuja el carrito correspondiente te sella la tarjeta con el plato y el tamaño y con ella se paga en caja al salir.
Todavía tengo un par de cosas sueltas del viaje, lugares de los que no hablé, comidas, y más que iré poniendo en algún momento. Pero por ahora toca volver, así que colorín colorado, este viaje se ha acabado.
Noema,
ResponderEliminarMe está encantando tu aventura por el mundo,cuántas cosas nos estás enseñando,dan ganas de seguirte a todos los sitios! Espero ansiosa tu próxima entrada,sigue disfrutando...y haciéndonos disfrutar!Eso sí,echaré de menos este año tu calendario de Adviento,jeje!Besos
Bea, ¿quién ha dicho que este año no va a haber calendario? ;-)
ResponderEliminarQué envidia de viaje!!! me consuelo viviendolo a través de tus entradas, muchas gracias por compartirlas ;)
ResponderEliminarSalu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
http://galletilandia.cultura-libre.net
Yupiiiiiiii!!!
ResponderEliminarjoooolines, Noema, lo de las patas de pollo me ha dejado k.o. !!!! aunque bueno, lo mismo le pasará a los guiris que ven las tapas esas de sangre que se meten p'al cuerpo las españoles, digo yo....
ResponderEliminarBueno, me da a mi que el gusanillo de los viajes largos te ha picado y no va a ser esta tu última aventura, ¡seguro que el año que viene organizas otra!
Lo que estoy aprendiendo contigo.
ResponderEliminarMe encanta que sigas con el calendario de adviento como ya he comentado antes.
¿Rumbo a dónde nos dirigimos?
Besos
He estado cotilleando tus fotos. Algunas son buenísimas. Enhorabuena.
ResponderEliminar(Soy D. el que comparte un campo de trigo con ajonjolí!) Lo digo por si de pronto ves comentarios misteriosos en las fotos del flickr.
jajaja