lunes, 23 de noviembre de 2009

Piedras en el camino

Hace tiempo que quería hablar de las Stolpersteine, unos cubos de latón incrustados en las aceras que forman parte de un proyecto del artista Gunter Demnig mediante el que se pretende recordar el destino de muchas víctimas del nacionalsocialismo. Hay que fijarse un poco para descubrirlas, las Stolpersteine (algo así como "cortapisas") están colocadas delante de las casas en las que una vez vivieron aquellas víctimas.

La semana pasada fueron colocadas estas delante de mi casa.
Y uno empieza a hacerse preguntas.
¿En qué piso vivirían?

Stolpersteine
Stolpersteine

La inscripción dice:
Aquí vivió Arthur Wiener, nacido en 1862, deportado el 31 de agosto de 1942 a Theresienstadt, asesinado el 19 de septiembre de 1942; y Pauline Wiener, apellido de soltera Cohn, nacida en 1858, deportada el 31 de agosto de 1942 a Theresienstadt, asesinada el 2 de noviembre de 1942.

24 comentarios:

  1. Ah, sí, conozco el proyecto...
    Qué emocionante, no? - parece igual una cosa estúpida de decir en el contexto, pero bueno, no sé, yo creo que me emocionaría (sensiblona-sentimental que es una) mucho. Nosotros muchas veces nos hemos preguntado quién viviría antes en nuestro edificio, en esta ciudad nunca se sabe, algún día me voy a intentar enterar...

    Por cierto: ¿Vivían en el "Parterre" del lateral, puede ser? Mira:
    http://www.zeitzeugenboerse.de/_pdf/zzb_09/zzb_brief_0911.pdf
    (a partir del final de la página 5, supongo que "ptr." será Parterre)...

    Me ha gustado mucho el post, me dejas pensativa a mí también (y eso es bueno, no creas)...

    ResponderEliminar
  2. Jo, Natalika, emocionada no (que ya lo estaba desde que descubrí las piedras), ahora me he quedado paralizada. ¿Cómo has encontrado ese artículo? Solo me falta una foto para ponerles cara ahora que me acabas de descubrir la historia completa de esa familia y sé exactamente el piso en el que vivían... y es en mi escalera.

    ResponderEliminar
  3. Chicas! Se me ha encogido el corazón... Había oído algo de la iniciativa pero me ha emocionado mucho tu historia Noema y tu comentario, Natalika...

    Me parece muy bien, porque no hay que olvidar. Y los alemanes, para estas cosas, son muy sensatos y cuidan mucho estos detalles tan llenos de humanidad. Es casi infantil recordarlo, pero es importantísimo no olvidar para que no pueda volver a pasar...

    Günter nació en Braunau am Inn, ciudad donde también nació el innombrable. En la puerta de su casa natal, cerrada a cal y canto, hay una piedra enorme conmemorativa. Es de Mauthausen en memoria de las victimas del holocausto. No se puede olvidar...

    Noema, imagino la cantidad de sentimientos que se te estarán agolpando... pero piensa que de los ausentes, los que ya no están hay que recordarlos con alegria, es el mejor tributo. Piensa en la de risas, bromas y casquetes que hecharon, hay tan cerca, en ese piso de tu misma escalera...

    Os recomiendo un libro, que he leido hace poco y me ha gustado mucho. es de Cioma Schönhaus, llamdo El falsificador de pasaportes. Una historia real de un adolescente que logró escapar gracias a su simpatía y desparpajo, además de su talento para el dibujo...

    ResponderEliminar
  4. Hmm, he pasado por curiosidad los nombres y "Theresienstadt" por Google (que es a veces muy listo él)...
    ¿¡Es tu escalera?! Uff, vaya pasmo.

    ResponderEliminar
  5. Noema!
    Que historia y que sentimiento, no?
    Me uno a lo que dice Maite, imaginatelos celebrando fiestas, comidas caseras...
    Desconocía este proyecto!
    animos!
    besitos y a disfrutar cada momento!

    ResponderEliminar
  6. El artículo que dice Natalika no entiendo nada!!
    Si investigas ya nos contarás!
    besitos

    ResponderEliminar
  7. No conocía este proyecto y me parece estupendo, es bueno no olvidar como dice Maite para que no vuelva a suceder.
    Todavía hoy en dia descubres episodios pasados (no hace tantos años) que te ponen los pelos de punta.
    Ma apunto el libro que recomienda Mai, sabes si esta en castellano???
    Besos

    ResponderEliminar
  8. Leyendo tu blog siempre me entero de cosas que de otra forma no me llegarían ni por casualidad. En cuanto a la iniciativa está muy bien recordar que hay cosas que no deberían suceder jamás, aunque, lamentándolo mucho, creo que en la actualidad sigue habiéndo masacres en diferentes partes del mundo. Imagino que como salen a diario en las noticias, se han convertido en algo tan habitual que no nos sorprende, quiza nos indigna pero no se busca solución.... no sé quiza es que tengo un día pesimista.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  9. Se me has puesto los vellos de punta al leer tu historia pensando en las vidas de esas personas, pero yo si tuviera ese recordatorio al salir de mi casa pensaría todos los días en la suerte que tengo de poder elegir lo que hago y lo que soy, todo eso que tantos no tuvieron, tan sólo por tocarles vivir un tiempo de locura y barbarie.
    Yo también acabo de leer un libro que me regaló un amigo y seguro conoceis: El Hombre en busca de Sentido de Viktor Frankl (un psiquiatra que estuvo en un campo de concentración.

    ResponderEliminar
  10. Llevo tiempo leyendote porque me encanta tu blog. Me encanta la cocina, la cultura, la diversidad, viajar y conocer países y formas de vivir y puntos de vista e historias y la gente y las vivencias y....en fín me gusta aprender y aprender y aprender y seguir aprendiendo y eso es lo mejor de tu blog, que siempre aprendo algo nueveo que me hace pensar, porque es muy constructivo. Sigue así

    ResponderEliminar
  11. Solamente la memoria y el recuerdo nos librara de volver a caer en el horror y la vergüenza de la especie humana, Sin lugar a dudas debes de quedarte con la vida que hubo en esa casa, con las celebraciones y las alegrías, por que esas pequeñas placas solamente nos dicen que eran personas iguales a nosotros, con sus casas, sus alegrías y sus tristezas, PERSONAS que la solamente la barbarie anidada en descerebrados fue capaz de destruir.

    Y lo mismo que esas plaquitas tú has contribuido con la responsabilidad de transmitir su mensaje.

    Un saludo y el recuerdo iluminado en nuestra memoria para Arthur Wiener y Pauline Wiener

    ResponderEliminar
  12. Pues me parece un proyecto maravilloso colocar esas piedras en las puertas, es un pequeño homenaje a todas aquellas víctimas, una manera de no olvidar.

    Besos
    Nuria

    ResponderEliminar
  13. esto se puede hacer porque es Alemania. Si a alguien se le ocurre hacer eso en España, uy uy uy, no me quiero ni imaginar lo que pasaría.
    Es curioso que en algunos sitios no quieran olvidar y en otros no quieran recordar.......

    ResponderEliminar
  14. Muchas gracias Noema por compartir esta historia con todos nosotros.
    Un abrazo,
    María José

    ResponderEliminar
  15. Bufff.
    Que pasada.
    Me parece un proyecto increíble, que importante es poner cara a las víctimas para ser realmente consciente del tema.
    Hace poco vi en google un video en el que aparecía Ana Frank (se casaba una vecina y ella salía de refilón en el video) y me emocionó, imagino lo que tienes que sentir sabiendo que vivían en tu escalera.
    Un beso

    ResponderEliminar
  16. Ya conocí el proyecto y siempre me fijo cuando los veo...estan por todos los lados. Me parece una idea estupenda, sútil pero muy efectivo.

    ResponderEliminar
  17. PILAR, Nuria, María José, gracias por haber dejado vuestro comentario. Lamentablemente no es la solución a los problemas que siguen existiendo pero si a unos pocos nos hace pensar, ¡bienvenida sea!
    Maite, puff, tu mozo sí que lleva una cruz siendo de Braunau am Inn.
    Ivana, pues no hay día que no suba a casa y me imagine cómo sería esa casa por dentro en los años 40. El artículo que ha enlazado Natalika describe a esa familia que vivió aquí, la casa, los hijos...
    Núria, el libro que recomiendo Mai sea llama así en su versión en castellano. Una búsqueda rápida en Internet y lo encuentras.
    Nieves, ese que comentas es un punto clave, apreciar la época (y el lugar) que nos ha tocado vivir recordando cada día cómo les fue a otros.
    intxaurtsu, ¡constructivo! hm... gracias por el piropo ;-) y bienvenida (al lado no oculto del blog) ;-D
    LA PUCHERA, si fuera tan fácil... pero la esperanza nunca se pierde.
    Ajonjoli, bueno, quizás necesitemos más tiempo en España (¿demasiado optimista?)
    Marilu, bueno, es como personalizar un poco más esa historia que hemos oído tantas veces ¿verdad?
    mxg, totalmente de acuerdo. Siempre me paro a leerlas cuando las encuentro. Realmente creo que es un proyecto con un gran efecto.

    Muchas gracias como siempre por vuestros comentarios. Un saludo.

    ResponderEliminar
  18. Uf me ha impresionado esta historia...me preguntaria lo mismo...en que piso?...da que pensar eh...besitos

    ResponderEliminar
  19. MªJosé, ¿cómo serían? ¿qué les gustaría? ¿dónde comprarían? ¿les sacarían de noche como vemos siempre en las películas? Ya no hay día que no pase por su puerta que no me haga todas estas preguntas. Gracias y un beso.

    ResponderEliminar
  20. Cuando estuve en Berlín me encontré con estas piedras de las que no había oído hablar y creo que fué unas de las cosas que más impresión me hizo. Su sencillez y el referirse a personas concretas y al lugar dónde vivieron me emocionó más que los grandes monumentos y museos.
    Después he querido buscar alguna información sobre ellas, pero hasta hoy no había encontrado nada.
    Debe ser impresionante vivir en una de esas casas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  21. En Salzburgo también hay unas cuantas de esas. Siempre que paso cerca me las quedo mirando, hay algunas escaleras que tienen hasta cinco miembros de la misma familia :( ¡Un beso!

    ResponderEliminar
  22. Como judia, me alegra y emociona que en Alemani se estan haciendo este tipo de cosas.
    Recordar y nunca olvidar!
    Saludos!

    ResponderEliminar
  23. I saw these stumblestones several places in Berlin as well. They speak very lod without yelling if you know what I mean and make an impact with me every time I stumble upon them.

    ResponderEliminar